En el ámbito de la contabilidad, el balance general desempeña un papel crucial al ofrecer una instantánea de la situación financiera de una empresa en un momento dado. Pero resulta fundamental desglosar la información financiera por ejercicios con el fin de facilitar el análisis de la evolución económica de la entidad, cumplir con las obligaciones fiscales y permitir comparativas efectivas a lo largo del tiempo.
En este contexto, el asiento de apertura es un elemento fundamental, ya que constituye la base sobre la cual se construye toda la contabilidad del nuevo ejercicio.
En este artículo aprenderás:
- ¿Qué es el asiento de apertura?
- ¿Cómo contabilizar el asiento de apertura?
- ¿Quién y cuándo se debe contabilizar el asiento de apertura?
- Ejemplo de un asiento de apertura en contabilidad
¿Qué es el asiento de apertura?
El asiento de apertura es un registro que marca el inicio de las operaciones contables de una empresa para un nuevo ejercicio fiscal, que normalmente se corresponde con el año natural (1 de enero a 31 de diciembre). También es el asiento inicial al inicio de un nuevo negocio.
Este asiento es fundamental en la contabilidad, ya que traslada los saldos finales del ejercicio anterior (conocidos como saldos de cierre) a los saldos iniciales del nuevo ejercicio.
De esta manera, el asiento de apertura refleja la situación financiera de la empresa al comienzo del nuevo ejercicio, proporcionando una base para registrar las transacciones financieras que ocurrirán durante el ejercicio.
El propósito principal del asiento de apertura es asegurar la continuidad en la contabilidad de la empresa de un ejercicio a otro, ya que mantiene un enlace coherente entre los ejercicios contables consecutivos. Este proceso permite a la empresa mantener un seguimiento consistente de sus recursos, obligaciones y patrimonio neto desde el punto en que terminó el último periodo fiscal.
¿Cómo se contabiliza el asiento de apertura?
En términos prácticos, el asiento de apertura involucra la creación de un asiento en el libro diario que debita y acredita las cuentas apropiadas con los saldos que se llevan adelante del balance de cierre del año anterior.
Este asiento no afecta el resultado del ejercicio, sino que simplemente establece el punto de partida para el nuevo periodo, asegurando que los balances de apertura coincidan exactamente con los balances de cierre del periodo anterior.
En este caso, se pueden dar dos supuestos: que la empresa esté en funcionamiento o que sea de nueva creación.
Empresas en funcionamiento
Si la empresa ya está en funcionamiento, tan solo tendrás que obtener el saldo de cada una de las cuentas contables del balance a final de ejercicio, cuando este esté cerrado. Las cuentas del activo irán en la parte del debe del asiento de apertura, mientras que las cuentas del pasivo y de patrimonio neto se contabilizarán en el haber.
Por otro lado, es importante comentar que no se reflejará ningún componente de la cuenta de pérdidas y ganancias, ya que solo constarán las cuentas del balance.
En el último apartado del artículo, podrás ver un asiento de apertura típico para una empresa en funcionamiento.
Empresas de nueva creación
En el caso de que la empresa sea de nueva creación, el asiento de apertura es un poco diferente, ya que tan solo reflejará las aportaciones de los socios al capital, ya que es la única aportación económica recibida por la empresa.
Es decir, el asiento a realizar, generalmente, es el siguiente:
| Cuenta | DEBE | HABER |
| 572. Bancos | XXX | |
| 100. Capital Social | XXX |
Posteriormente, la empresa deberá crear otro asiento ya con los gastos de la constitución de la empresa, dependiendo de su forma jurídica (Sociedad Limitada, Sociedad Anónima, etc.)
¿Quién y cuándo se debe contabilizar el asiento de apertura?
Todas las organizaciones que lleven la contabilidad financiera deben de contabilizar el asiento de apertura por ejercicio contable o, en caso de nuevas empresas. Este asiento debe realizarse al inicio del ejercicio o, en caso de nuevas empresas, al comienzo de su actividad.
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Ejemplo de un asiento de apertura en contabilidad
Supongamos que una pequeña empresa cuya actividad se centra en la venta de componentes electrónicos a través de internet. Esta sociedad cierra su ejercicio económico el 31 de diciembre de 2023, y prepara su asiento de apertura para el 1 de enero de 2024.
El balance de situación a 31 de diciembre es el siguiente:
| Activo | Cuantía | Pasivo | Cuantía |
| 572. Bancos | 200.000 € | 100. Capital Social | 250.000 € |
| 430. Clientes | 15.000 € | 112. Reserva Legal | 57.000 € |
| 300. Existencias | 5.000 € | 400. Proveedores | 58.000 € |
| 210. Terrenos y bienes naturales | 350.000 € | 170. Deudas a largo plazo | 250.000 € |
| 216. Mobiliario | 45.000 € | ||
| TOTAL ACTIVO | 615.000 € | TOTAL PASIVO | 615.000 € |
El primer asiento en el libro diario al 1 de enero de 2024, para reflejar estos saldos sería:
| Cuenta | DEBE | HABER |
| 572. Bancos | 200.000 € | |
| 430. Clientes | 15.000 € | |
| 300. Existencias | 5.000 € | |
| 210. Terrenos y bienes naturales | 350.000 € | |
| 216. Mobiliario | 45.000 € | |
| 100. Capital Social | 250.000 € | |
| 112. Reserva Legal | 57.000 € | |
| 400. Proveedores | 58.000 € | |
| 170. Deudas a largo plazo | 250.000 € |
Este asiento de apertura asegura que los saldos iniciales de todas las cuentas sean llevados al nuevo ejercicio económico, permitiendo a la empresa continuar con sus operaciones contables sin interrupciones.
Las cantidades en el debe reflejan los activos de la empresa, mientras que los montos en el haber representan los pasivos y el patrimonio neto de la empresa. La igualdad entre el total del debe y el haber mantiene el equilibrio contable, cumpliendo con el principio de partida doble, y hace que el valor de los diferentes elementos patrimoniales en balance al inicio del ejercicio se corresponda con el del final del ejercicio anterior.
