Un plan de viabilidad es una herramienta desde la que se analiza si un nuevo negocio o proyecto puede ser rentable económicamente. Dicho de otra forma, se pone a prueba si es viable poner en funcionamiento este negocio o proyecto, además de si será rentable desde el punto de vista económico.
Además, el plan de viabilidad es, para muchos expertos, una parte esencial del plan de empresa o plan de negocio. Te contamos todo lo necesario para saber cómo hacer un plan de viabilidad si eres un emprendedor o trabajador autónomo y quieres lanzar tu próximo proyecto.
En este artículo aprenderás:
- ¿Qué es un plan de viabilidad?
- Ventajas de hacer un plan de viabilidad
- ¿Qué debe contener el plan de viabilidad?
- ¿Cómo hacer un plan de viabilidad?
¿Qué es un Plan de Viabilidad?
Como ya hemos adelantado, un plan de viabilidad es un documento que sirve de herramienta para conocer si se puede iniciar un nuevo proyecto o empresa, principalmente a nivel económico-financiero.
Es decir, es válido tanto para emprendedores que quieran poner en marcha una nueva aventura empresarial, como para trabajadores de una empresa que quieran liderar el desarrollo de un nuevo proyecto. Otra de las razones para abordar un plan de viabilidad es la posibilidad de que una empresa deba reestructurarse o hacer reformas en la organización (por ejemplo, como podría ser una situación de concurso de acreedores).
Lo que se pone en tela de juicio en el plan de viabilidad de esa idea, proyecto o empresa, es su rentabilidad económica: ¿Va a generar los ingresos necesarios? ¿Va a ser interesante invertir capital en ello?
DATO CLAVE: Un plan de viabilidad nos permite conocer la rentabilidad de un proyecto o empresa, pero también nos servirá para aportar valor al mismo, atraer capital o, simplemente, convencer a socios u otras ayudas externas.
Ventajas de hacer un Plan de Viabilidad
Si te preguntas, ¿por qué debería hacer yo un plan de viabilidad para mi empresa o proyecto? La respuesta es muy sencilla, y no solo por todo lo comentado hasta ahora, sino porque cuenta con estas ventajas:
- Reducción de la incertidumbre: contar con cálculos adecuados, datos y una visión realista ayudará a que tengamos, de partida, unas mayores probabilidades de éxito en nuestra aventura empresarial.
- Mayor control sobre el proyecto o empresa: tendremos una gestión mejorada, ya que el plan de viabilidad apoyará las decisiones operativas que tomaremos a la hora de iniciar la actividad.
- Una productividad mejorada: conocer a fondo el mercado y las características de nuestro proyecto aflorarán debilidades y fortalezas, sobre las que podremos corregir el rumbo para ser más operativos.
- Análisis de precios de productos o servicios: de nuevo, realizar un plan de viabilidad detallado nos aportará las nociones necesarias para entender cuáles son los precios o tarifas que pondremos al alcance del cliente.
¿Qué debe contener el Plan de Viabilidad?
Habitualmente, el plan de viabilidad es una pieza relevante en un todo más grande: el plan de negocio. En ocasiones, suelen mezclarse ambos conceptos e ideas. En el plan de negocio se deben incluir los siguientes elementos:
- Resumen ejecutivo: donde se destaca lo más importante. Se realiza a posteriori.
- Presentación del proyecto: para dar a conocer, globalmente, la idea, las oportunidades de negocio, etc.
- Estudio de mercado: conoceremos a la competencia, lo que ofrece, dónde y a qué precio; así como al cliente, sus comportamientos de compra, etc.
- Estrategia comercial y de marketing: cómo llegaremos a nuestra audiencia y cuál es la inversión necesaria para alcanzar a ese público objetivo.
- Producción y recursos humanos: cuántos trabajadores y qué grado de especialización; además de qué medios técnicos vamos a necesitar.
- Análisis DAFO: debilidades, fortalezas, amenazas y oportunidades. Aquí te contamos cómo hacer un análisis DAFO.
- Plan de Viabilidad económico y financiero.
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¿Cómo se elabora un Plan de Viabilidad?
En este último punto tenemos que desglosar los elementos de los que constaría un plan de viabilidad, que son los siguientes:
- Presupuesto de inversiones: todas aquellas adquisiciones y mejores que vamos a necesitar. Tendremos, por un lado, las inversiones a corto plazo o activo corriente (efectivo, mercaderías o existencias); y las inversiones a largo plazo o activo no corriente. Estas últimas se agrupan en: inmovilizado material (bienes tangibles que se utilizarán más de un año, como terrenos o inmuebles), inmovilizado inmaterial (otros como propiedad intelectual o concesiones administrativas), y por último, el inmovilizado financiero (depósitos, fianzas, etc.).
- Presupuesto de financiación: aquí estableceremos el capital del que disponemos, es decir, el presupuesto de las inversiones iniciales (que obviamente debe ser superior a los gastos).
- Previsión de productos y servicios: la cifra de unidades que podremos llegar a vender o cuánto se cobra por hora y servicio. Este punto también se conoce como previsión de ingresos.
- Previsión de gastos: este apartado debe incluir todos los pagos a los que tendremos que hacer frente, como compras de materias primas o salarios de los trabajadores.
Quipu para seguir tu Plan de Viabilidad
El plan de viabilidad nos da una visión global del proyecto, y nos permite asentar sus bases, así como ver si será rentable. Una vez lo tenemos hecho, es necesario recordar sus objetivos, y tenerlos siempre a mano para poder hacer un análisis de situación continúo. ¿Te imaginas hacerlo para no volver a tocarlo?
Poder hacer un seguimiento es vital para asegurar que nuestro proyecto llega a buen puerto. Por eso, si quieres hacer realidad tu idea empresarial, prepara primero tu plan de viabilidad y haz seguimiento después sobre nuestra plataforma: podrás conocer en tiempo real el estado de tu negocio (ingresos, gastos y resultados); gestionar las relaciones con clientes y proveedores; o directamente, analizar tu negocio con informes detallados de contabilidad. Y esas son solo tres funcionalidades de todas las que te ofrece Quipu.
