Te explicamos cómo hacer uno de los pasos previos más importantes antes de poner en marcha tu empresa
El DAFO es al abc de cualquier estrategia empresarial. Una manera fácil de darnos cuenta de qué hemos de mejorar, qué hemos de reforzar y qué hemos de cambiar antes de empezar un negocio. Si no se hace este paso es muy posible que cuando iniciemos nuestra empresa nos encontremos con imprevistos y demás inconvenientes que se podrían haber evitado si se hubiera hecho un análisis DAFO.
En este artículo aprenderás:
¿Qué es un DAFO?
El DAFO es un análisis o metodología de estudio de la situación de una empresa o proyecto, teniendo en cuenta tanto la situación interna de la empresa (debilidades y fortalezas) como los agentes externos (oportunidades y amenazas). Sirve para conocer el estado actual en el que se encuentra la organización y, en función de éste, planificar acciones para el futuro.
¿Puedo usar un DAFO si soy autónomo?
¡Por supuesto! Aunque normalmente sea una herramienta que utilizan las empresas puede ser aplicado en otras situaciones, como antes del inicio de la actividad de un autónomo o si estás buscando trabajo, entre otros. De esta manera, sabremos a qué nos enfrentamos antes de empezar con cualquier iniciativa que implique un análisis previo. Por ejemplo, si estás en búsqueda activa de empleo será muy útil saber cuáles son tus puntos fuertes y qué es de lo que careces para poner solución antes de empezar a postular a una vacante.
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¿Cómo hacer un análisis DAFO?
Como indican sus siglas el DAFO (Debilidades Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) trata de dar respuesta a una serie de preguntas que siempre tenemos que hacernos si queremos que nuestra empresa funcione: ¿Cómo puedo aprovechar mis fortalezas? ¿y las oportunidades? ¿cómo detener mis debilidades? ¿y defenderme de las amenazas?
Situación interna
Debilidades
Son los puntos débiles que puede tener mi empresa y que debo controlar y limitar para poder evolucionar. Algunos ejemplos serían la falta de experiencia, no tener una dirección estratégica clara, exceso de problemas operativos o incapacidad de enfrentarse a las situaciones de crisis.
Para ello debes hacerte preguntas como ¿qué me falta para llegar a mis objetivos? ¿en qué debería mejorar?
Fortalezas
Lo contrario, es decir, los puntos fuertes con los que cuentas. Ventajas competitivas que puedes explotar frente a tu competencia como recursos, habilidades o capacidades diferenciales. Entre ellas, podemos encontrar la innovación en el producto, una buena imagen entre los consumidores, una buena capacidad de fabricación o ventajas en los coste, entre muchas otras.
Plantéate ¿qué es lo que hago mejor que el resto?, ¿qué es lo que se me da bien? para guiarte en este apartado.
Situación externa
Amenazas
Son aquellos elementos externos que pueden frenar la efectividad de mi estrategia empresarial pero que no los controlo yo directamente, sino que son externos. Por ejemplo, nuevos competidores, crecimiento lento del mercado, cambios en las políticas comerciales de los diferentes países con los que opero o incremento en la venta de productos sustitutivos.
Para saber cuáles son mis amenazas tendrás que responder a preguntas tipo ¿qué agentes externos me impiden llegar a mis metas? ¿qué problemas que se escapan a mi control me puedo encontrar? o ¿qué puede ventajas puede tener la competencia?
Oportunidades
Son aquellos elementos que mi empresa puede aprovechar gracias a la situación externa actual del mercado. Algunas oportunidades serían, por ejemplo, entrar en un nuevo mercado poco explotado, empezar en un momento que esté creciendo el sector o la diversificación de productos relacionados.
Para reflexionar sobre este punto deberías plantearte cuestiones como ¿qué puedo ofrecer a mi sector?, ¿qué recursos tengo que ahora mismo sean positivos para alcanzar mi objetivo? o ¿hay aspectos externos sobre los que me pueda apoyar?
Seguro que una vez hecha esta reflexión en forma de análisis tienes mucho más claro hacia donde va tu negocio y cómo responder a las diferentes situaciones que se te planteen en el futuro. Precisamente, una de las debilidades que puede tener todo negocio es no controlar bien facturación y que, por tanto, los números no salgan a final de mes. Quipu con una visualización de la situación actual de tu empresa, gracias a datos en tiempo real y gráficos muy visuales e intuitivos. Si aún no eres cliente, descúbrelo gratis solicitándonos la prueba gratuita 🙂