La Unión Europea sigue dando pasos hacia un espacio económico en el que no existan barreras entre los países que la integran, y las transferencias bancarias no podían quedarse atrás.
Para responder a la necesidad de realizar pagos transfronterizos de una forma sencilla y rápida, se impulsó la Zona Única de Pagos en Euros, lo que conocemos como SEPA (Single Euro Payments Area). Este marco común permite enviar y recibir pagos en euros con la misma facilidad y seguridad que si se tratara de operaciones nacionales.
¿Qué países forman SEPA?
A fecha agosto de 2025, forman parte de la Zona SEPA un total de 41 países:
- Los 27 Estados miembros de la Unión Europea: Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal, República Checa, Rumanía y Suecia.
- Tres países del Espacio Económico Europeo (EEE): Islandia, Noruega y Liechtenstein.
- 11 países no pertenecientes al EEE: Albania, Andorra, Moldavia, Mónaco, Montenegro, Macedonia del Norte, San Marino, Serbia, Suiza, el Reino Unido y el Estado de la Ciudad del Vaticano.
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Instrumentos de pago
Dentro de la Zona SEPA hay un conjunto de instrumentos de pago que están estandarizados. Es decir, que los ciudadanos pueden usar fuera de su territorio de origen con las mismas condiciones, derechos y obligaciones que si estuvieran haciendo una transacción nacional.
Los más utilizados son:
Transferencias
Las transferencias SEPA permiten enviar dinero en euros entre cuentas bancarias ubicadas en cualquiera de los países que forman parte de la Zona. Con plazos rápidos (se suelen hacer en un día hábil) y sin comisiones adicionales por ser transfronterizas.
Domiciliaciones
El adeudo SEPA permite a empresas o entidades cobrar pagos directamente desde la cuenta bancaria de un cliente, previa autorización para ello. Este sistema es muy común en el caso de facturas recurrentes como las relativas a suministros, suscripciones o impuestos.
Tarjetas bancarias
Las tarjetas de crédito y de débito emitidas en países SEPA están integradas dentro de una infraestructura común de pagos. Esto implica que se pueden usar dentro de la Zona con la misma facilidad que en el país de emisión.
¿Para qué sirve SEPA?
El objetivo final es unificar y simplificar los pagos en euros dentro de los países miembros, eliminando las diferencias entre operaciones nacionales e internacionales, algo que resulta clave para la libre circulación de capitales. Esto se traduce en dos beneficios clave:
Condiciones homogéneas
Existe un marco normativo y técnico común para todos los países participantes. Lo cual implica que, por ejemplo, una transferencia o un adeudo en euros se procesan bajo las mismas reglas, plazos y formatos, independientemente de si el pago es nacional o transfronterizo.
Eficiencia
Estandarizar los procesos reduce los tiempos de ejecución, los costes y los errores. Favorece también la automatización en empresas y Administraciones, logrando que los pagos sean más rápidos, seguros y transparentes.
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