La Constitución Española señala que todos tenemos la obligación de contribuir al sostenimiento de los gastos del Estado. A efectos prácticos, esta contribución la llevamos a cabo a través del pago de impuestos. Uno de los más conocidos, aunque no siempre bien entendido, es el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Para que no tengas más dudas sobre este tema, vamos a explicarte qué es el IRPF y cómo funciona.
¿Por qué el IRPF importa a todos los contribuyentes?
El contribuyente es aquella persona (física o jurídica) que está obligada al pago de un impuesto. La particularidad del IRPF es que somos contribuyentes todas las personas físicas, siempre y cuando obtengamos rentas sujetas a tributación.
Si piensas que solo los asalariados y los autónomos pagan este impuesto, estás en un error. Porque el IRPF se paga por la obtención de rentas que pueden provenir de diferentes fuentes. Por ejemplo, si no tienes un empleo ni trabajas por tu cuenta, pero percibes rendimientos de unas acciones de las que eres propietario, debes tributar por ellas.
Quien más o quien menos percibe rentas de algún tipo, y es por eso que el IRPF nos interesa a todos como contribuyentes que somos.
Definición y finalidad del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas
Para entender qué es el IRPF en España partimos de la base de que estamos ante un tributo de naturaleza personal, directo y progresivo. Lo que hace es gravar la renta obtenida por las personas físicas, de conformidad con su capacidad económica.
Se aplica sobre la totalidad de los rendimientos, las ganancias y pérdidas patrimoniales y las imputaciones de renta que determina la Ley. Siendo indiferente el lugar en el que se hayan producido y el lugar de residencia del pagador.
Tal y como ha establecido el Tribunal Constitucional, la finalidad de este impuesto es dar cumplimiento al principio de capacidad económica recogido en el artículo 31.1 de la Constitución. Es decir, que se utiliza como instrumento para redistribuir la riqueza y garantizar la equidad fiscal; de forma que todos contribuimos al sostenimiento de los gastos públicos conforme a los principios de justicia, generalidad y progresividad.
Dicho de otra manera, lo que hace el IRPF es determinar la cantidad que tenemos que aportar para soportar el gasto público, y lo hace en función de nuestra capacidad económica. Así, cuanto más tienes, más pagas.
Sujetos obligados: quién debe pagar el IRPF y quién está exento
Al analizar el IRPF qué es, hemos visto que son contribuyentes las personas físicas, pero conviene hacer algunas matizaciones.
Están obligados a tributar por el IRPF, por las rentas que obtengan a nivel mundial, las personas físicas que sean residentes en territorio español. Siempre y cuando perciban rentas sujetas a este impuesto.
Se considera que tiene residencia fiscal en España quien se encuentre en alguna de estas situaciones:
- Permanece en territorio español más de 183 días durante el año natural.
- Tiene en España el núcleo principal o la base de sus actividades o intereses económicos.
- Tienen residencia habitual en España su cónyuge no separado legalmente y sus hijos menores dependientes.
No existen personas físicas que estén exentas, lo que sí existen son una serie de rentas o cuantías que no tributan por este impuesto. Por ejemplo, las cantidades recibidas en concepto de indemnización por despido o ciertas becas públicas para formación.
Cómo se calcula el IRPF que me corresponde paso a paso
Para saber qué IRPF me corresponde es esencial tener claros unos conceptos básicos:
Base imponible
Se compone del importe total de las rentas que una persona ha obtenido durante el período impositivo (el año natural), integradas y compensadas de acuerdo con lo que dispone la Ley del IRPF.
Las rentas que componen la base imponible son:
- Rendimientos del trabajo: sueldos, salarios, pensiones, etc.
- Rendimientos del capital mobiliario: intereses y dividendos de acciones, participaciones en empresas, etc.
- Rendimientos del capital inmobiliario: alquileres, imputación de rentas inmobiliarias…
- Rendimientos de actividades económicas: obtenidas por autónomos y profesionales.
- Ganancias y pérdidas patrimoniales.
- Imputaciones de renta: únicamente las que determina la ley de forma expresa, como las rentas inmobiliarias de viviendas no alquiladas.
La base imponible es el punto de partida para calcular el IRPF. Sobre ella se aplican después las reducciones para obtener la base liquidable y sobre esta los tipos impositivos que dan lugar a la cuota final a ingresar o devolver.
Reducciones previas y mínimos personales y familiares
Las reducciones son cantidades que se descuentan de la base imponible para obtener la base liquidable. Entre las más relevantes podemos destacar:
- Aportaciones a sistemas de previsión social. Por ejemplo, las aportaciones a planes de pensiones. En estos casos hay un tope máximo que se puede reducir.
- Pensiones compensatorias al cónyuge y anualidades por alimentos en favor de los hijos.
- Rendimientos del trabajo (solo para trabajadores con bajos ingresos o con ingresos irregulares).
- Reducciones por discapacidad del contribuyente o de alguno de sus descendientes o ascendientes a su cargo.
El mínimo personal y familiar no es una reducción como tal. Se trata de una parte de la renta que no tributa, porque se considera imprescindible para cubrir las necesidades básicas del contribuyente y de su familia.
Este mínimo se aplica sobre la base liquidable (base imponible – reducciones) y reduce de forma directa la cuota íntegra. Lo que hace es disminuir el tramo de renta que está sujeto a tributación.
Tipos y tramos estatales y autonómicos
El IRPF es un impuesto cedido parcialmente a las comunidades autónomas, y esto implica que la tarifa se divide en dos partes:
- Tarifa estatal: la regula el Estado.
- Tarifa autonómica: la fija cada comunidad autónoma dentro de los límites marcados por el Estado.
Ambas tarifas se aplican sobre la base liquidable general. Los tipos impositivos se suman y así se determina el porcentaje final que paga el contribuyente en cada tramo de renta.
Los tramos estatales vigentes en 2025 son:
Tramo de base liquidable general (€) | Tipo estatal aplicable (%) |
Hasta 12.450 | 9,50% |
12.450 – 20.200 | 12,00% |
20.200 – 35.200 | 15,00% |
35.200 – 60.000 | 18,50% |
60.000 – 300.000 | 22,50% |
Más de 300.000 | 24,50% |
Los tramos autonómicos varían en cada región, por lo que se aconseja consultar la normativa autonómica antes de presentar la declaración de la Renta.
Retenciones y pagos a cuenta: funcionamiento y ejemplo prácticos
Hacienda va recaudando el IRPF de forma anticipada a través de las retenciones y los pagos fraccionados. Ambos son pagos a cuenta del IRPF que se restan del total cuando se presenta la declaración anual.
- Retención. Es la cantidad que retiene un pagador de lo que debe abonar a un contribuyente y que ingresa directamente en Hacienda en su nombre.
- Pagos fraccionados. Son las autoliquidaciones que practica el propio contribuyente a lo largo del año en función de sus ingresos. Es el caso de los autónomos que hacen autoliquidaciones trimestrales de IRPF.
Ejemplo de un trabajador asalariado
El empleador aplica una retención mensual en su nómina que se calcula atendiendo a su salario bruto, su situación familiar y el tipo de contrato. Por ejemplo:
- Salario bruto anual: 30.000 €
- Tipo de retención aplicable: 14%
- Retención mensual: 350 €
- Total anual anticipado a Hacienda: 4.200 €
Ejemplo de un autónomo
Si el autónomo emite facturas a empresas o profesionales, debe incluir en estas una retención del 15%. Además, si no todos sus pagos están sometidos a retención, tiene que hacer pagos trimestrales presentando el modelo 130 o el 131. Por ejemplo:
- Ingreso mensual facturado: 2.000 € + IVA
- Retención aplicada en factura: 300 € (15%)
- A lo largo del año se han retenido 3.600 € que se descuentan en la declaración.
Declaración de la Renta (Modelo 100): calendario y vías de presentación
Aunque los contribuyentes realicen pagos a cuenta de su IRPF, una vez al año deben presentar la declaración de la Renta para calcular si lo que han pagado es suficiente, han pagado en exceso o si tienen que pagar más. Para ello se utiliza el Modelo 100, que es formulario de la Agencia Tributaria para este impuesto.
Fechas clave en cada campaña
En la campaña de la Renta se hace la liquidación del IRPF del ejercicio fiscal anterior. Así, en la campaña de la Renta de 2025 lo que hemos hecho los contribuyentes es ajustar nuestro IRPF de 2024.
Es importante presentar la declaración en tiempo y forma para evitar posibles recargos y sanciones. Aunque las fechas varían cada año, lo habitual es que el plazo vaya desde principios de abril hasta el último día del mes de junio.
Presentación online vs. presencial
Para hacer la presentación online no es necesario contar con certificado digital, pero sí hace falta acreditar de manera indubitada la identidad para acceder a la Sede Electrónica de la Agencia Tributaria. La presentación se hace de forma rápida y sencilla, confirmando el borrador o subiendo el documento con la declaración hecha por el propio contribuyente o por un experto.
También continúa siendo posible hacer la entrega presencial del Modelo 100 en una entidad bancaria. Lo importante en todo caso es que la fecha de presentación esté dentro del plazo dado por Hacienda.
Deducciones más habituales para reducir tu cuota íntegra
Hay deducciones estatales y autonómicas. Las más habituales son:
Vivienda habitual y alquiler
- Deducción por vivienda habitual. Solo es posible para quienes compraron su vivienda a través de un préstamo hipotecario antes del 1 de enero de 2013.
- Deducción por alquiler de vivienda habitual. Solo si el contrato es anterior a 2015 y se cumplen ciertos requisitos de renta.
- Deducciones autonómicas por alquiler. Algunas comunidades autónomas tienen deducciones propias por alquiler para jóvenes, familias numerosas, personas con discapacidad, etc.
Familia, descendientes y discapacidad
Se reconocen cargas familiares y situaciones especiales del contribuyente que le permiten aplicar ciertas deducciones.
- Deducción por maternidad. Hasta 1.200 euros al año por cada hijo menor de tres años si la madre trabaja por cuenta ajena o propia.
- Deducciones por familia numerosa o con personas con discapacidad a cargo. 1.200 euros anuales por familia numerosa (2.400 euros si es de categoría especial) y 1.200 euros al año por cada ascendiente o descendiente con discapacidad.
- Deducción por ascendientes de más de 65 años o con discapacidad que convivan con el contribuyente. Solo se aplican si estos no tienen rentas superiores a ciertos límites.
Ahorro: planes de pensiones y donativos
- De las aportaciones a planes de pensiones es posible deducir hasta 1.500 euros al año.
- Donativos a ONG, fundaciones y entidades sin ánimo de lucro. Se puede deducir el 80% de los primeros 150 euros donados y entre el 35% y el 40% de las posteriores si hay fidelidad en la aportación. El límite general es que la cantidad a deducir no puede superar el 10% de la base liquidable.
IRPF para autónomos vs. trabajadores por cuenta propia
Ambos tienen que tributar por sus rentas. La principal diferencia es que el asalariado percibe rendimientos del trabajo y el empleador retiene directamente el IRPF en su nómina. En cambio, el autónomo tributa por los rendimientos de su actividad económica y debe emitir facturas, llevar y gestionar los libros contables y autoliquidar el IRPF por su cuenta una vez cada trimestre.
En líneas generales, el IRPF de un trabajador por cuenta ajena es más automático y previsible, pero el de un autónomo exige un mayor control fiscal, aunque también ofrece más herramientas de deducción y optimización.
Diferencias autonómicas: cómo varía el IRPF según la comunidad de residencia
Cada comunidad autónoma puede establecer su propia escala de tipos impositivos para el tramo autonómico del IRPF, esto hace que la presión fiscal sea diferente en cada región.
Por ejemplo, mientras que la Comunidad de Madrid aplica en 2025 un tipo máximo del 20,5%, que es de los más bajos, Cataluña aplica un tipo del 25,5 %, que es de los más altos.
Con la deducciones pasa algo parecido. Ni todas las comunidades autónomas aplican las mismas ni la cantidad a deducir es la misma. Por ejemplo, en Castilla-La Mancha es posible deducirse el gasto realizado en una instalación de autoconsumo solar, mientras que Galicia ofrece deducciones por cuidado de hijos menores y mayores dependientes.
A efectos prácticos, dos personas con los mismos ingresos y deducciones pueden obtener resultados diferentes en su declaración de la Renta en función de dónde tengan su residencia fiscal.
Ahora que ya sabes qué es el IRPF, recuerda que una buena gestión de tus ingresos y gastos puede ayudarte a conseguir un ahorro fiscal totalmente lícito. Consulta la web de la Agencia Tributaria para estar al tanto de todas las deducciones autonómicas actualizadas y no te olvides de incluir ninguna de ellas en tu declaración.