El mundo de las finanzas y la contabilidad está repleto de conceptos que pueden parecer complejos o desconocidos a primera vista, pero que son fundamentales para la gestión eficiente de las operaciones financieras. Uno de esos conceptos es el netting, que a muchas personas le puede resultar desconocido.
Este artículo tiene como objetivo desglosar el concepto del netting, su relación con el principio de no compensación contable y cuál es su importancia y aplicabilidad dentro del ámbito financiero y contable.
En este artículo aprenderás:
- ¿Qué es el netting y el principio de no compensación?
- El principio de no compensación en contabilidad, ¿es posible hacer netting?
- ¿Cuáles son los requisitos para hacer netting en España?
- Tipos de netting
- Ventajas e inconvenientes del netting
- Ejemplos y casos de uso del netting
¿Qué es el netting y el principio de no compensación?
El netting es un método utilizado en las finanzas corporativas para consolidar o agrupar múltiples obligaciones financieras para crear una única cantidad neta de pago (de ahí el nombre de netting). Este proceso pretende reducir el número total de transacciones, simplificando las obligaciones entre dos o más partes.
El término procede de la palabra “net”, que en inglés significa “neto” o “puro”, refiriéndose a una cantidad que queda después de que se han realizado ciertas deducciones, como gastos o deudas. En este caso, se refiere a la cantidad neta resultante de una relación comercial entre un acreedor y un deudor.
Importancia del netting dentro de las finanzas corporativas
En el ámbito de las finanzas corporativas, el netting es una herramienta fundamental para la gestión de riesgos y la optimización de la liquidez empresarial. Al reducir el número de pagos y cobros entre empresas, se minimiza el riesgo de crédito y se mejora la eficiencia en la gestión del working capital.
Además, se reducen también las posibles comisiones que llevan aparejadas algunas operaciones de pago, permitiendo un ahorro para ambas empresas.
El principio de no compensación en contabilidad, ¿es posible hacer netting?
En contabilidad, el principio de no compensación establece que los activos y pasivos, así como los ingresos y gastos, deben presentarse por separado en los estados financieros, sin compensar unos con otros. Este principio asegura una mayor transparencia y una representación más precisa de la posición financiera de la empresa.
A priori, muchas personas podrían pensar que el netting podría contravenir este principio contable tan sumamente importante y aceptado por la mayoría de países, también en España a través del Plan General Contable. En consecuencia, la interacción entre el netting y el principio de no compensación es directa, y puede llegar a ser compleja.
Mientras el netting busca simplificar y reducir las obligaciones financieras, el principio de no compensación prioriza la transparencia en la presentación de los estados financieros. Sin embargo, en la práctica, es posible aplicar estrategias de netting respetando al mismo tiempo las normativas contables sobre la no compensación.
¿Cuáles son los requisitos para hacer netting en España?
La legislación española permite que se realice la compensación, siempre y cuando se cumplan una serie de requisitos recogidos en el artículo 1196 del Código Civil, donde también se especifica cuándo será posible tal compensación:
“Tendrá lugar la compensación cuando dos personas, por derecho propio, sean recíprocamente acreedoras y deudoras la una de la otra”.
Entre los requisitos principales previstos en la ley se encuentran los siguientes:
- Cada parte involucrada debe ser, primordialmente, obligada y, al mismo tiempo, acreedora principal de la otra parte.
- Las obligaciones deben ser monetarias o, en el caso de bienes fungibles, de igual tipo y calidad, siempre y cuando esta haya sido especificada.
- Ambas obligaciones deben estar vencidas.
- Las deudas deben ser claras y cobrables.
- No debe existir ninguna retención o disputa legal iniciada por terceros sobre cualquiera de las deudas, que haya sido debidamente notificada al deudor.
En resumidas cuentas, el netting es posible, siempre que ambas partes actúen como acreedor y deudor al mismo tiempo, y las deudas puedan cobrarse.
Tipos de netting
En el ámbito empresarial, el netting se presenta en varias formas, cada una adaptada a diferentes necesidades y contextos de negocio. A continuación, se describen los tipos más comunes de netting utilizados por las empresas.
Netting bilateral
Se lleva a cabo entre dos empresas que tienen obligaciones financieras mutuas. Consiste en compensar las deudas y créditos para determinar una cantidad neta única de pago o cobro entre ambas partes. Es común en relaciones comerciales directas, como entre proveedores y clientes, donde se realizan transacciones regulares.
Netting multilateral
Involucra a tres o más entidades que compensan sus deudas y créditos en conjunto. Un intermediario o un sistema centralizado suele calcular y asignar los montos netos que cada parte debe pagar o recibir. Se utiliza fundamentalmente en grupos empresariales o en consorcios donde varias empresas tienen transacciones cruzadas.
Close-out Netting
Aplicado en situaciones de incumplimiento o terminación anticipada de contratos, especialmente en el mercado de derivados. Calcula la exposición neta en todas las operaciones pendientes entre las partes involucradas. Es especialmente importante en el caso de empresas involucradas en operaciones financieras complejas o con múltiples contratos de derivados.
Ventajas e inconvenientes del netting
El netting, como herramienta financiera, ofrece una serie de beneficios y desafíos que son importantes de considerar. Algunas de ellas son las siguientes:
- Reducción del riesgo de crédito: al compensar las deudas entre las partes, el netting disminuye la exposición al riesgo de crédito, ya que la cantidad total de dinero que necesita ser intercambiada se reduce significativamente.
- Optimización del flujo de caja: facilita una gestión de la liquidez más eficiente, ya que las empresas pueden prever con mayor claridad sus necesidades de efectivo al conocer la cantidad neta que deben recibir o pagar.
- Disminución de los costes de transacción: al reducir el número de pagos, se minimizan los costes asociados con las transacciones, como pueden ser las comisiones bancarias y otros gastos administrativos.
- Simplificación de procesos administrativos: el netting simplifica la gestión de múltiples facturas y pagos, lo que puede llevar a una reducción en la carga administrativa y una mayor eficiencia operativa.
- Mejora en las relaciones comerciales: al simplificar las cuentas por pagar y por cobrar entre las empresas, puede contribuir a mejorar las relaciones comerciales al eliminar potenciales puntos de fricción.
No obstante, el netting también tiene algunos inconvenientes:
- Complejidad legal: la implementación del netting puede ser compleja, especialmente al considerar las diferentes jurisdicciones y regulaciones legales que pueden afectar las transacciones internacionales.
- Riesgo de incumplimiento: si una de las partes incumple su parte del acuerdo, esto puede afectar la eficacia del netting, dejando a la otra parte expuesta ante pérdidas financieras.
- Limitaciones: no todas las deudas son aptas para el netting. Las restricciones en cuanto a la naturaleza y tipo de deuda pueden limitar la aplicabilidad de esta herramienta en ciertas situaciones.
- Desafíos contables: desde un punto de vista contable, el netting puede complicar la representación precisa de las posiciones financieras de una empresa, especialmente en el contexto del principio de no compensación.
- Dependencia de acuerdos mutuos: el netting requiere que todas las partes estén de acuerdo con los términos y condiciones, lo que a veces puede ser difícil de lograr, especialmente en relaciones comerciales más complejas o tensas.
- Riesgo operativo: relacionado con sistemas de control que son ineficientes, y que podrían conducir a una pérdida de trazabilidad en los pagos.
Ejemplos y casos de uso del netting
Imaginemos que tenemos dos empresas, la Empresa A y la Empresa B, que realizan múltiples transacciones entre sí. Ambas empresas actúan como cliente y como proveedor.
Empresa A debe a la empresa B:
- Por servicios de consultoría: 3.500 €
- Por compra de materiales: 2.000 €
- Total adeudado por Empresa A a Empresa B: 5.500 €
Empresa B debe a empresa A:
- Por servicios de marketing: 4.000 €
- Por alquiler de equipos: 1.200 €
- Total adeudado por empresa B a empresa A: 5.200 €
Tras aplicar el netting, en lugar de realizar los cuatro pagos originales, la Empresa A simplemente necesita pagar a la Empresa B la cantidad neta de 300 €. Esto simplifica significativamente el proceso de pago, reduce los costos de transacción y mejora la gestión del flujo de caja para ambas empresas.