En el ámbito de la economía y las finanzas, existen modelos teóricos que buscan explicar y prever el comportamiento de los individuos y las instituciones, y que también sirven para mantener una correcta gestión de tesorería en las empresas.
Uno de estos modelos es el modelo de Baumol y Tobin, una herramienta analítica que ha ganado reconocimiento por su capacidad para explicar la gestión del dinero en efectivo, especialmente entre las organizaciones.
A continuación, exploraremos en profundidad qué es, para qué sirve y cómo se aplica este modelo.
En este artículo aprenderás:
- ¿Qué es el modelo Baumol y Tobin?
- ¿Para qué sirve el modelo Baumol y Tobin?
- Objetivos del modelo Baumol y Tobin
- Fórmula del modelo Baumol y Tobin
- Ejemplo del modelo Baumol
¿Qué es el modelo Baumol y Tobin?
El modelo Baumol y Tobin fue desarrollado independientemente por William Jack Baumol y James Tobin en la década de 1950, y posteriormente mejorado por Miller y Orr en la década de los 60. Se trata de un modelo de gestión de tesorería para empresas, aunque también se puede aplicar en otros ámbitos, como la economía familiar.
Propone que las empresas deben mantener un equilibrio entre el dinero en efectivo que tienen a mano y otros activos, basando sus decisiones en los costes de transacción y los costes de oportunidad asociados con mantener dinero en efectivo.
El modelo sugiere que hay un nivel óptimo de dinero en efectivo y de disposiciones de efectivo que los individuos y las empresas deben tener a mano, y que minimiza el coste financiero. Este nivel se determina equilibrando los costes de realizar transacciones para convertir otros activos en efectivo y los costes de oportunidad de mantener dinero en efectivo en lugar de invertirlo en activos que podrían ofrecer un retorno.
¿Para qué sirve el modelo Baumol y Tobin?
La aplicación del modelo Baumol y Tobin dentro de la tesorería empresarial asegura que la empresa tenga suficiente liquidez para cubrir sus gastos operativos, como pagos a proveedores, salarios y otros costes, mientras minimiza los costes asociados con mantener y acceder al efectivo.
Además, se enfoca en reducir los costes de transacción y de oportunidad, permitiendo a la empresa invertir excesos de efectivo en oportunidades rentables mientras mantiene la liquidez necesaria para las operaciones.
Objetivos del modelo Baumol y Tobin
Aunque el modelo de Baumol y Tobin es un pilar esencial en la política macroeconómica, también es aplicable en el entorno empresarial. En este sentido, el Modelo Baumol y Tobin adquiere una relevancia particular, orientando a las empresas en la gestión eficiente de su liquidez.
Los objetivos específicos en este contexto se centran en la optimización de los recursos financieros, la minimización de los costes y la maximización de la rentabilidad. Algunos de ellos son los siguientes:
- Gestión efectiva de la liquidez: para una empresa, mantener un nivel adecuado de liquidez es esencial para garantizar la operatividad diaria. El Modelo Baumol y Tobin ayuda a las empresas a determinar la cantidad óptima de efectivo que deben mantener para cubrir sus obligaciones a corto plazo, como el pago a proveedores, salarios y otros gastos operativos, sin incurrir en costes excesivos.
- Reducción de costes operativos: las empresas incurren en costes cada vez que convierten activos líquidos en efectivo. El modelo ayuda a las organizaciones a minimizar estos costes de transacción, identificando el punto de equilibrio donde los costes de mantener efectivo se equilibran con los costes de convertir activos en efectivo.
- Maximización de la rentabilidad: al optimizar la cantidad de efectivo mantenida, las empresas pueden invertir excesos de liquidez en oportunidades de inversión rentables. Así, este modelo guía a las empresas para mantener un equilibrio, asegurando suficiente liquidez para las operaciones diarias mientras maximiza la rentabilidad de las inversiones.
- Adaptabilidad financiera: en un mercado volátil, las condiciones económicas pueden cambiar rápidamente. El modelo ofrece a las empresas la flexibilidad para adaptar sus estrategias de gestión de efectivo, asegurando la resiliencia financiera ante cambios en las tasas de interés, la inflación y otros factores económicos.
- Planificación financiera estratégica: el modelo se convierte en una herramienta estratégica para la planificación financiera. Permite a las empresas anticipar sus necesidades de liquidez, planificar para escenarios futuros y desarrollar estrategias proactivas para gestionar su capital de trabajo y flujo de efectivo.
- Toma de decisiones informada: con insights basados en el Modelo Baumol y Tobin, los líderes empresariales pueden tomar decisiones informadas sobre la gestión de efectivo. Facilita una visión clara de los costes, riesgos y oportunidades asociados con diferentes niveles de liquidez, informando decisiones estratégicas.
Fórmula del modelo Baumol y Tobin
La fórmula del Modelo Baumol y Tobin se utiliza para calcular el nivel óptimo de efectivo que una empresa debe mantener, considerando los costes de transacción de convertir activos en efectivo y los costes de oportunidad de mantener dinero en efectivo. El cálculo es el siguiente:
Donde:
- C = Nivel óptimo de efectivo.
- b = Coste fijo de transacción por cada conversión de activos a efectivo.
- D = Total de dinero requerido para las transacciones durante un período específico.
- i = Tipo de interés que podría haberse ganado invirtiendo el efectivo en otros activos.
Ejemplo del modelo Baumol y Tobin
Supongamos que una empresa necesita 200.000€ mensuales para cubrir sus gastos operativos. El coste por transacción para convertir activos en efectivo es de 50€, y la tasa de interés anual que podría ganarse invirtiendo el efectivo en otros activos es del 6%.
Primero, convertimos la tasa de interés anual en una tasa mensual:
r = 0,06 / 12 = 0,005.
Ahora, aplicamos la fórmula:
Según el modelo de Baumol y Tobin, la empresa debería mantener aproximadamente 63.245,55€ en efectivo para operar de manera óptima, minimizando los costes de transacción y los costes de oportunidad.