Conocer los gastos deducibles en el IRPF de los autónomos es sinónimo de ahorrar. Si quieres pagar menos impuestos, no tienes que hacer ningún tipo de ingeniería fiscal extraña ni cometer ninguna infracción. La normativa y la propia Hacienda, a través de sus criterios de aplicación de las normas tributarias, nos indican qué gastos puedes restar a tus ingresos para así tener que tributar por una cantidad menor.
Esto es importante tenerlo en cuenta tanto a la hora de declarar el IRPF trimestralmente como cuando llega el momento de presentar la declaración de la renta anual.
En este artículo aprenderás:
- ¿Qué son los gastos deducibles en el IRPF?
- ¿Qué requisitos debe cumplir un gasto para ser deducible en el IRPF?
- Principales gastos que los autónomos se pueden deducir en el IRPF
- Gastos deducibles IRPF autónomos que no suelen dar problemas
¿Qué son los gastos deducibles en el IRPF?
De la realización de actividades económicas se derivan una serie de ingresos (rentas) por las que la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) nos exige una tributación.
En el caso de los autónomos, se cumple con esta obligación de dos formas diferentes:
- Presentando el modelo 130: esta es la declaración trimestral de IRPF que tienen que presentar todos aquellos trabajadores por cuenta propia que ejerzan una actividad calificada como empresarial. Los que llevan a cabo una actividad profesional, solo deben cumplir esta obligación sin en el año anterior no efectuaron retenciones en sus facturas, o las aplicaron en un porcentaje inferior al 70% de las emitidas.
- Presentando la declaración de la renta: como cualquier contribuyente que tenga la condición de obligado tributario respecto al IRPF, los autónomos tienen que presentar su declaración de la renta dentro de la correspondiente campaña, que se desarrolla entre los meses de Abril y Junio. En este caso, lo que se hace es un ajuste, para comprobar si lo que ya ha pagado el autónomo es suficiente, si ha pagado de más, o si ha pagado de menos.
En ambos casos se parte de una base imponible sobre la que se va a llevar a cabo la cuantificación para determinar cuánto hay que pagar por el IRPF. Dicha base está formada por los ingresos netos de la actividad. Y los ingresos netos son el resultado de restarle al total de ingresos obtenidos durante el período impositivo, los gastos que se han soportado.
Los gastos deducibles en el IRPF de los autónomo son, por tanto, aquellos que han soportado los profesionales para poder ejercer su actividad, y que se descuentan de los ingresos, para obtener así la cifra de ingresos netos que constituirá la base imponible de este impuesto.
¿Qué requisitos debe cumplir un gasto para ser deducible en el IRPF?
Cuando Hacienda lleva a cabo una inspección a un autónomo, revisa con lupa los gastos que este se ha deducido, porque sabe que es una cuestión en la que suelen cometerse errores, y también fraudes de manera voluntaria.
El problema con los gastos deducibles en el IRPF de los autónomos es que las referencias a ellos están dispersas a lo largo de la legislación. De hecho, podemos encontrar gastos deducibles a efectos del IRPF de los autónomos incluso en la Ley del Impuesto de Sociedades. Por eso, en estos casos lo que impera realmente es el criterio que ha ido estableciendo Hacienda a través de diferentes órdenes.
Por otro lado, puede ocurrir que un determinado gasto sea deducible para un autónomo pero no para otro. Ocurre, por ejemplo, con el gasto en gasolina. Mientras que para un comercial que trabaja por cuenta propia no hay problema en deducirse lo gastado en llenar el depósito de su coche, para un diseñador gráfico sería mucho más complicado demostrar que ese gasto es realmente necesario para llevar a cabo su actividad.
Para evitar problemas y confusiones, se parte de la base de que un gasto debe cumplir tres requisitos básicos para poder ser deducible tanto en la renta anual como en las autoliquidaciones trimestrales:
- Vinculación a la actividad desarrollada: debe existir una correlación entre el gasto realizado y la obtención de ingresos. Si no existe dicha vinculación, o esta no pudiera justificarse lo suficiente, el gasto podría no considerarse fiscalmente deducible.
- Justificación: el artículo 106.4 de la Ley General Tributaria impone la obligación de que todos los gastos deducibles originados por operaciones llevadas a cabo por empresarios o profesionales, estén justificados de forma prioritaria a través de una factura que entregue el prestador del servicio. No obstante, la factura no es un medio de prueba privilegiado, Hacienda podría exigir que se probara la transacción a través de otros medios. Pero, en líneas, generales, será suficiente con guardar factura (completa, no valen tickets ni facturas simplificadas).
- Registro contable: los gastos realizados y deducidos tienen que constar debidamente inscritos en la contabilidad o en los libros-registro que el contribuyente esté obligado a llevar.
Principales gastos que los autónomos se pueden deducir en IRPF
Vamos a ver algunos de los gastos deducibles en el IRPF de los autónomos que son más comunes, pero también prestaremos especial atención a aquellos que pueden suscitar más dudas y que Hacienda tiene claro que no se pueden deducir todos los profesionales.
Vehículo y gastos asociados
Muchos autónomos se deducen en el IRPF los gastos asociados a la compra de un vehículo y todos los costes asociados al mismo: repostaje, mantenimiento, seguro, etc.
En este caso el criterio de Hacienda es muy estricto. Solo pueden desgravarse íntegramente los gastos del vehículo y los gastos asociados al mismo aquellos autónomos que realicen actividades relacionadas con el transporte de viajeros, el transporte de mercancías, la enseñanza de conductores o con actividades comerciales.
Para el resto no es posible la deducción de estos gastos en el IRPF, pero sí se podría deducir un 50% del IVA.
Gastos de vestuario
¿Puede un abogado autónomo deducirse el traje que ha comprado para su actividad profesional? ¿Puede un mecánico autónomo aplicar una deducción en su IRPF por la compra de un uniforme de trabajo y unas botas de seguridad?
La respuesta a la primera pregunta es “no”, la respuesta a la segunda es “sí”. Tal y como Hacienda ha venido estableciendo, la desgravación de los gastos de vestuario solo es posible cuando se trate de ropa de protección, uniformes, o prendas con el anagrama del negocio.
Dicho de otro modo, Hacienda permite la desgravación del mono del mecánico porque entiende que este solo lo va a usar en su trabajo. Pero no deja que el abogado se desgrave el importe del traje, porque esta es una prenda que también puede usar en su vida privada.
Bienes de inversión
La compra y reparación de bienes de inversión son gastos deducibles en el IRPF de los autónomos. Tienen la consideración de bienes de inversión aquellos cuya vida útil se extiende más allá del año. Por ejemplo, un ordenador, o una mesa de dibujo profesional.
A efectos del IRPF, no se deduce el gasto de una sola vez, sino que se imputa en diferentes ejercicios siguiendo las tablas de amortización establecidas por Hacienda. Dicho de una forma más fácil: te puedes desgravar el coste, pero tendrás que hacerlo “a plazos”, nunca de una sola vez.
Factura telefonía móvil
La factura del teléfono móvil también ha dado más de un quebradero de cabeza como gasto deducible. A priori, este gasto se puede desgravar si cumple los requisitos generales que hemos visto antes, pero Hacienda es muy exigente para considerar válida la desgravación.
Lo habitual es que exija a los autónomos que demuestren que esa línea se utiliza únicamente con fines profesionales. Es decir, que sería necesario acreditar que se cuenta con otra línea para un uso personal.
Y con el dispositivo ocurre más o menos lo mismo. Para que el gasto realizado en el móvil sea desgravable, este debe quedar totalmente afecto a la actividad y no tener un uso personal.
Gastos deducibles IRPF autónomos que no suelen dar problemas
Recopilamos algunos de los gastos más comunes que se pueden deducir en la declaración de la Renta anual y la trimestral, sin que levanten sospechas de Hacienda:
- Gastos de alquiler del local comercial, de un almacén, etc.
- Suministros de luz, agua, gas.
- Impuestos asociados a la actividad. Por ejemplo, el IBI o la tasa de basuras que se pagan por el local comercial.
- Servicio de Internet.
- Materiales y materias primas.
- Gastos en marketing y publicidad.
- Honorarios pagados a profesionales: asesores, abogados, notarios, etc.
- Gastos financieros.
- Cuota de autónomos.
- Gastos asociados a tener empleados.
- Gastos de manutención: dietas y pernoctación (con límites).
- Seguros asociados a la actividad.
No aplicar los gastos deducibles del IRPF de los autónomos puede llevar a pagar a Hacienda una media de 3.000€ más al año. Por tanto, revisa bien cuáles son tus gastos y asegúrate de aplicar las deducciones a las que tienes derecho. ¡Agradecerás este ahorro!