¿Sabías que no siempre tienes que esperar a que un cliente pague para recibir el dinero que indicas en la factura? Aunque pueda sonar a brujería, en el mundo de los autónomos y las empresas la magia no existe, pero sí los servicios, los intermediarios y los créditos.
Sobre esa línea baila el concepto del factoring de facturas, las conocidas como facturas factorizadas. ¿Quieres saber qué es exactamente?, ¿Cuáles son sus ventajas y desventajas?, ¿Cómo funciona? Pues no esperes más, ¡sigue leyendo!
En este artículo encontrarás:
- ¿Qué es factorizar una factura?
- ¿En qué consiste factorizar una factura?
- Ventajas y desventajas del factoring de facturas
- Requisitos para factorizar una factura
- Principales sectores que suelen factorizar sus facturas
- Ejemplo de factoring de factura
¿Qué es factorizar una factura?
Primero vamos a ver qué es o qué significa factorizar una factura. Es un proceso a través del cual se consigue un adelanto de entre el 70% y casi el 100% de la factura al momento de emitir esta, recibiendo más adelante el resto, salvo un pequeño porcentaje que va a parar a la empresa que ha mediado.
Es un sistema con el que se reduce el tiempo de espera para cobrar el importe facturado y que resulta interesante de cara a clientes que pagan a meses vista. A veces las facturas factorizadas son el único camino para disponer de liquidez antes de la fecha marcada en las facturas.
¿En qué consiste factorizar una factura?
Como habrás podido intuir, factorizar una factura en realidad es como una financiación. Se contrata a una empresa que se encarga de adelantar el importe que todavía no ha abonado el cliente, dando el resto una vez este haya pagado el total de la factura.
El profesional dispone del dinero desde el primer momento. Sin embargo, debe pagar entre un 1% y un 4% a la agencia que ha ofrecido el servicio de factoring. Es una especie de comisión o interés que cobran por facilitar esa liquidez.
Cabe mencionar que la factorización puede ser con recurso, de forma que la entidad contratada no asume el riesgo de impago, repercutiendo este sobre la empresa a la que facilita la liquidez. También puede ser sin recurso, en cuyo caso la entidad asume toda la gestión y el riesgo de insolvencia de los clientes.
Ventajas y desventajas del factoring de facturas
Vamos a ver las ventajas y desventajas de la factorización de facturas.
Ventajas de factorizar facturas
Viendo cómo es el proceso y lo que hace, resulta bastante fácil determinar cuáles son las ventajas del factoring de facturas:
- Acceso rápido al dinero que te corresponde por tus servicios/productos.
- Despreocupación del proceso de pago, su gestión y administración.
- Financiación sin necesidad de contar con respaldo económico.
- No aparecen deudas por falta de liquidez o por problemas de flujo de caja.
- Obtención de un servicio de asesoramiento comercial y financiero por parte de la empresa encargada de la factorización.
Desventajas de factorizar facturas
Al igual que una moneda tiene dos caras, la factorización de facturas también presenta desventajas:
- Los intereses te pueden restar un buen porcentaje de ingresos.
- No controlas la gestión de las facturas ni de tus clientes.
- La empresa encargada del factoring puede rechazar trabajar con clientes que aporten menos solvencia.
- Puede causar una mala imagen a tus clientes.
- Si la empresa ofrece la opción de hacer recursos y devuelve la factura por impago del cliente, te cobrará igualmente la comisión y perderás más dinero.
Requisitos para factorizar una factura
Para poder recurrir a las facturas factorizadas, debes cumplir los requisitos habituales de toda factura, aunque hay que hacer especial hincapié en los siguientes aspectos:
- Contar con una copia adicional para su transferencia.
- Indicar, en alguna parte del documento, que es una factura factorizable.
- Contar con una fecha de pago estipulada. En caso de no estar indicada, se establecerá un plazo de 30 días a partir de la recepción de la misma.
- El pago debe poder exigirse y no estar vencido.
- No puede ser una factura que se haya reclamado previamente.
- Deben haberse prestado los servicios o vendido los productos indicados.
- Deben figurar todos los datos del receptor.
🔗 Ampliar información: Si quieres conocer los plazos para el pago de facturas te recomendamos que leas nuestro artículo específico.
Principales sectores que suelen factorizar sus facturas
La factorización de facturas se puede aplicar prácticamente en cualquier sector y/o negocio, sea B2C o B2B. Si tenemos que destacar aquellos donde más se emplea este procedimiento, sin duda serían los siguientes:
- Agricultura.
- Industria.
- Gas.
- Petróleo.
- Telecomunicaciones.
- Trabajos para administraciones públicas.
- Transporte de mercancías.
Ejemplo de factoring de factura
Imagina que tienes una floristería y han contratado tus servicios para decorar una feria de empresas. El cliente es una multinacional que accede a pagar los 15.000 euros que has establecido en tu factura con un pago a 90 días.
Para poder tener todas las flores a colocar, tienes que pagar por ellas, y lo más probable es que te quedes sin liquidez. Hasta que cobres la factura, tendrás que trabajar con otros clientes, y necesitarás dinero.
Acudes a una empresa de factoring que accede a facilitarte el dinero antes del pago. Dado el volumen, te proponen un cargo del 3% en comisiones, con un pago inmediato. Lo que recibes en lugar de los 15.000 euros son 14.550 euros, resultado al descontar el 3% de comisión de la entidad que ejerce como factor.
Tú actúas como cedente en este proceso, recibes la liquidez que necesitabas sin tener que esperar a que el cliente (deudor en este caso) pague la factura. Más tarde, el deudor pagará directamente a la entidad intermediaria, que se embolsará los 450 euros cobrados como comisión. Así de simple.