Todos podemos cometer un error u olvidarnos algún dato a la hora de hacer nuestras declaraciones o autoliquidaciones de impuesto. Si, en tu caso, el fallo ha sido de tal magnitud que es necesario reajustar completamente la información que le has dado a Hacienda, entonces puedes presentar una declaración sustitutiva.
Una medida con la que te pones al día en el cumplimiento de tus obligaciones tributarias y te evitas sanciones.
En este artículo aprenderás:
- ¿Qué es una declaración sustitutiva?
- ¿Para qué sirve una declaración sustitutiva?
- ¿Cuándo se debe presentar una declaración sustitutiva?
- ¿Cuándo NO se debe presentar una declaración sustitutiva?
- Plazos para presentar una declaración sustitutiva
- ¿Hay sanciones a la hora de presentar sustitutivas?
- ¿Cómo hacer una declaración sustitutiva?
¿Qué es una declaración sustitutiva?
Se trata de una declaración que sustituye totalmente a otra que ya se ha presentado con anterioridad con respecto al mismo hecho impositivo y el mismo período.
Una vez que la declaración sustitutiva se presenta ante Hacienda, la declaración o autoliquidación presentada originariamente queda sin efecto.
¿Para qué sirve una declaración sustitutiva?
Para estar al corriente de nuestras obligaciones formales con la Agencia Tributaria, tenemos que presentar en el tiempo y forma previstos las declaraciones y autoliquidaciones que determina la normativa. Por ejemplo, en el caso de los autónomos, hay que presentar la declaración trimestral del IVA en los 20 primeros días del mes siguiente a aquel en el que finalizó el trimestre en cuestión.
Muchas liquidaciones de impuestos se llevan a cabo a través del sistema de autoliquidación, en el que es el contribuyente el que aporta los datos y hace los cálculos. Un sistema que, aunque resulta práctico, puede dar lugar a errores por desconocimiento sobre la normativa fiscal y sobre aspectos importantes como la información que se debe aportar en cada caso concreto o los gastos que se pueden desgravar.
Si Hacienda detecta que en una declaración o autoliquidación practicada por un contribuyente hay un error o una omisión de datos, procederá a realizar la liquidación correcta. Ajustará el pago a realizar por el obligado o la cantidad que ella debe devolverle a él y, además, iniciará un proceso sancionador que acabará con la imposición de una multa.
Para que todo esto no ocurra, los contribuyentes tenemos derecho a enmendar nuestros errores (antes de que Hacienda nos lo reclame) a través de declaraciones complementarias y sustitutivas.
Las declaraciones complementarias sirven para corregir algunos datos o aportar más información. Pero la declaración sustitutiva va más allá, es una nueva declaración o autoliquidación que sustituye totalmente a la presentada anteriormente.
Con este ejemplo lo comprenderás mejor:
Alicia acaba de presentar su declaración de la Renta, pero se ha dado cuenta de que ha cometido múltiples fallos. No ha incluido el importe de un premio en metálico que recibió, y se ha desgravado más de lo permitido por su aportación a su plan de pensiones.
Además, al revisar el documento ha comprobado hay erratas en las cantidades relacionadas con los ingresos procedentes de su actividad económica.
Los fallos son tantos y de tal entidad, que en lugar de hacer una mera corrección mediante una declaración complementaria, para Alicia es más cómodo y seguro presentar una sustitutiva. Con esto, dejará sin efecto la Renta presentada en primer lugar, y Hacienda solo tendrá en cuenta los datos de esta segunda declaración.
¿Cuándo se debe presentar una declaración sustitutiva?
La Ley General Tributaria no establece un listado de casos concretos en los que se puede presentar.
Es posible su presentación respecto a todos aquellos impuestos que requieren una declaración o autoliquidación por parte del contribuyente (el IVA, el IRPF, el Impuesto sobre Sociedades, el impuesto de Actos Jurídicos Documentados, etc.). Siempre y cuando, los errores u omisiones cometidos en la declaración original, sean de tal entidad que esto justifique su anulación y sustitución por una nueva.
¿Cuándo NO se debe presentar una declaración sustitutiva?
La declaración sustitutiva se presenta si se detectan fallos u omisiones de gran entidad que afectan a los intereses de la Agencia Tributaria. De modo que, según los datos de la declaración presentada en primer lugar, el contribuyente tiene que pagar menos impuestos de los que realmente le corresponden, o tiene derecho a percibir una devolución de una cuantía más elevada.
Fuera de estos casos, si el perjudicado por los errores en la autoliquidación o declaración es el propio contribuyente, no tiene que presentar una declaración sustitutiva. Lo que tiene que hacer es solicitar a Hacienda la rectificación, o presentar directamente una autoliquidación rectificativa en los casos en los que esto está permitido.
Plazos para presentar una declaración sustitutiva
La Ley General Tributaria determina que estas declaraciones se pueden presentar dentro del plazo dado para la presentación del impuesto. También es posible presentarlas más tarde, pero en este caso se considerarán extemporáneas y se aplicará el recargo del artículo 27 de esta ley.
En todo caso, las declaraciones sustitutivas se pueden presentar mientras no haya prescrito el plazo que tiene la Administración para determinar la deuda tributaria (4 años a contar desde el día siguiente a aquel en el que vence el plazo para presentar la declaración o autoliquidación).
Retomando el ejemplo anterior, Alicia pude presentar su declaración sustitutiva de la Renta mientras está en marcha la campaña de este año. Pero también puede hacerlo más tarde.
Una vez hayan pasado cuatro años desde que finalizó el plazo para presentar esa declaración, ya no puede presentar su declaración sustitutiva, porque el derecho de Hacienda ha prescrito y la Administración Tributaria ya no le puede exigir nada con respecto a ese impuesto.
¿Hay sanciones a la hora de presentar sustitutivas?
No. En estos casos se tiene en cuenta la buena fe del contribuyente, que subsana su error antes de que Hacienda le requiera para ello. En consecuencia, no se le va a sancionar.
No obstante, la liquidación resultante de la declaración sustitutiva sí llevará aparejados en algunos casos intereses de demora y recargos.
¿Cómo hacer una declaración sustitutiva?
Lo que hay que hacer es lo siguiente:
- Acceder a la Sede Electrónica de la Agencia Tributaria.
- Identificarse.
- Elaborar íntegramente una nueva declaración o autoliquidación del impuesto.
- Marcar la casilla que especifica que se trata de una declaración sustitutiva.
- Indicar el número de referencia de la declaración o autoliquidación que se sustituye. Es una cifra de varios dígitos que aparece en la primera página del justificante que se obtuvo en su momento tras la presentación del impuesto.
- Firmar y enviar.
- Proceder al pago del tributo si es lo que corresponde.
La declaración sustitutiva permite a los obligados tributarios ajustar su situación fiscal a la realidad, si han cometido errores u omisiones en la declaración o autoliquidación presentada con anterioridad. A fin de evitar sanciones por parte de Hacienda.
