Principales tipos de sociedades para emprender en España

¿Qué tipos de sociedades para emprender puedes elegir, si estás pensando en iniciar tu propio negocio en España? Muchas veces, los emprendedores se limitan a acogerse a las formas jurídicas que conocen para iniciar su actividad económica, pero esto no implica que sean la mejor opción.

Tener toda la información posible te ayudará a escoger la figura más adecuada para que tu negocio funcione de manera correcta. Además, te permitirá tener una relación lo más beneficiosa posible con la Administración. En este artículo, podrás aprender:

• Tipos de sociedades mercantiles
  • Ventajas de las sociedades mercantiles
  • Sociedad Limitada
  • Sociedad Anónima
  • Sociedad laboral
  • Sociedad cooperativa
• Otras formas jurídicas societarias

Tipos de sociedades mercantiles

Si no deseas desarrollar tu actividad económica y laboral como empresario individual, puedes optar por alguna de las sociedades mercantiles existentes. Conocer las más importantes te permite saber cuál encaja mejor con tus necesidades. Son la sociedad laboral, la anónima, la limitada y la colectiva.

Ventajas de las sociedades mercantiles

La lista de beneficios que ofrece la constitución de sociedades mercantiles incluye los siguientes:

• Existen varios tipos, por lo que te resultará más fácil encontrar la que encaja mejor con tus necesidades empresariales concretas.
• Los socios tienen responsabilidad limitada.
• Al tener más recursos, gracias a que cada socio aporta recursos, hay más posibilidades de mejorar y expandir el negocio.
• Las sociedades mercantiles ofrecen ventajas fiscales concretas en cada caso.
• En los casos que se generan acciones, se puede transferir las participaciones sin problemas.

Sociedad Limitada

Una sociedad limitada es mercantil. Se constituye con la inscripción que se realiza en el Registro. Para que exista, tiene que haber un capital inicial mínimo de 3.000 euros, que se divide en participaciones que se transmiten libremente.

Una de las características más importantes de este tipo de sociedad es que la responsabilidad de cada socio se limita al capital que haya aportado de manera personal. Además, los beneficios se reparten teniendo en cuenta la reserva legal del 10% sobre la cifra inicial.

Existen 3 tipos de sociedades limitadas:

• La unipersonal, con un único socio.
• La nueva empresa, que llega a tener hasta 5 socios y puede constituirse haciendo los trámites online. Además, merece la pena destacar que tiene algunas ventajas, como el fraccionamiento de algunos tributos.
• La sociedad limitada de formación sucesiva dedica un mínimo de un 20% del beneficio conseguido a la Reserva Legal. Además, solo se repartirán estos  ingresos si su  patrimonio neto es superior al 60% del capital social, después de haberse llevado a cabo el reparto. Quienes actúen como administradores, tendrán un sueldo que no podrá ser superior al 20% del patrimonio neto.

Sociedad Anónima

La sociedad anónima está presente, en especial, en los proyectos laborales de más importancia. Esto se debe a que su capital inicial debe ser de un mínimo de 60.000 euros. Esta cantidad de dinero tan elevada no es fácilmente asumible por los socios de determinadas empresas.

Hay que señalar que las aportaciones de cada uno de los participantes de la sociedad no tienen por qué ser estrictamente de dinero, también pueden ser de valores.  En todos los casos, se divide en acciones, que solamente se pondrán en circulación cuando la sociedad esté legalmente constituida.

Es importante señalar que, si eres socio de una de empresa de este tipo, solamente tendrás posibilidad de acceder al reparto de beneficios cuando la Reserva Legal supere el 20% del capital social.

Finalmente, merece la pena destacar que las sociedades anónimas pueden ser de un socio, o participar el número de personas que se desee.

Sociedad laboral

Esta sociedad, también conocida como comanditaria, se basa en socios que también son empleados del negocio. Además de esta consideración, también poseen un mínimo del  51 % del capital social. En otras palabras, esto significa que una sociedad laboral puede tener accionistas estrictos, trabajadores que son socios y empleados sin más.

Asimismo, hay que señalar que una sociedad laboral puede seguir las bases de una anónima, SA, o de una limitada, SL. De esta manera, hablaremos de una sociedad laboral anónima o sociedad laboral limitada.

Sociedad cooperativa

La sociedad cooperativa se constituye para ayudar a que se creen o mejoren todo tipo de puestos laborales que ocupan sus socios dentro de una empresa. En este caso, cada uno de ellos tiene un voto para colaborar en las decisiones del colectivo.

Según el ámbito de funcionamiento de cada cooperativa, se aplicarán las leyes y normativas  de referencia que existan en el estado o en la autonomía correspondiente. Sea cual sea el caso, tendrán que inscribirse siempre en el Registro de Cooperativas autonómico para que puedan empezar a funcionar.

La cooperativa creará sus propios estatutos, que determinarán:

• El número de socios, con un mínimo de 3.
• El capital mínimo de constitución.
• Las aportaciones de cada socio.
• La posibilidad de emitir títulos para reflejar las aportaciones voluntarias que se hagan, y que se podrán transmitir libremente.

Además, en las cooperativas hay interventores, cuya principal tarea es controlar que se realiza una correcta auditoría de las cuentas.

Finalmente, es necesario señalar que existen dos tipos de sociedades cooperativas:

• Las de 1º grado, constituidas por personas físicas o jurídicas.
• Las de 2º grado, formadas por otras cooperativas.

Otras formas jurídicas societarias

Además de los tipos de sociedades para emprender que hemos analizado hasta ahora en el artículo, hay que señalar la existencia de otras formas jurídicas que pueden emplearse con este objetivo.

La sociedad civil está formada de manera habitual por dos o más trabajadores que pertenecen al régimen de autónomos. Deciden colaborar juntos, vinculando el acuerdo a la firma de un contrato  privado. Igualmente, es posible conseguir un NIF societario, siempre que se haga antes una escritura pública ante notario. Para decidir entre ambas opciones, hay que tener en cuenta que:

• El contrato privado implica la declaración personal del IRPF a Hacienda de cada uno de los socios.
• Si existe un NIF societario, la tributación se hará a través del Impuesto de Sociedades.

Si se opta por constituir una sociedad civil, los integrantes deben tener claro que se convierten en responsables de las posibles deudas, a las que tendrán que responder con su patrimonio.

Por su parte, la comunidad de bienes representa la unión de socios para administrar un negocio o un patrimonio que tienen en común. Por lo tanto, no tienen que aportar nada más a la sociedad. Eso sí, sus bienes siguen estando en riesgo, si se producen deudas que no se pueden solventar.

Igualmente, la sociedad agraria de transformación tiene un objetivo económico-social. Pretende ayudar a producir y comercializar productos que tienen su origen en el ámbito rural, para promocionar su desarrollo y el de los  servicios asociados.

La sociedad de garantía recíproca, por otro lado, es de tipo mutualista y  se convierte en una entidad que pretende ayudar a que las pequeñas y medianas empresas logren crédito para mejorar su  financiación. La supervisa el Banco de España.

Si hablamos de una entidad de capital riesgo, nos referimos a una entidad que busca tener inversión colectiva y cerrada procedente de una serie de personas jurídicas o físicas. Tributa a través del Impuesto de Sociedades. Tiene como objetivo final que los inversores logren beneficios.

En lo referente a la agrupación de interés económico, hay que decir que el objetivo de esta sociedad es ayudar a que se desarrollen negocios y mejoren sus resultados. Su oferta se basa en una serie de servicios auxiliares.

Finalmente, la sociedad profesional se crea con el objetivo de que se lleve a cabo una actividad profesional. Para su funcionamiento, se debe hacer su inscripción en el Registro de Sociedades Profesionales del Colegio Profesional de cada sector.

Sea cual sea el tipo de sociedades para emprender en España que escojas para tu negocio, debes tener en cuenta que determinará la estructura de la empresa, y aspectos tan importantes como su tributación. Por lo tanto, es indispensable que conozcas bien todas sus características y veas la viabilidad de aplicarlas en tu proyecto laboral con éxito.