Uno de los principales desafíos que enfrentan las complejas organizaciones actuales es el riesgo de liquidez. La capacidad de una empresa para cumplir con sus obligaciones financieras a corto plazo puede ser la diferencia entre su crecimiento sostenido y su declive.
De hecho, si no se gestiona adecuadamente, puede llevar a una empresa a situaciones financieras complicadas que pueden afectar a su reputación, a sus operaciones y, en última instancia, también a su viabilidad en el mercado.
En este artículo aprenderás:
- ¿Qué es el riesgo de liquidez de una empresa?
- ¿Por qué es importante el riesgo de liquidez?
- ¿Cómo se calcula el riesgo de liquidez?
- 10 consejos para evitar el riesgo de liquidez
- Ejemplo de riesgo de liquidez
¿Qué es el riesgo de liquidez de una empresa?
El riesgo de liquidez se refiere a la incapacidad de una empresa para cumplir con sus obligaciones financieras a corto plazo debido a la falta de activos líquidos disponibles. En términos más simples, es la posibilidad de que una empresa no tenga suficiente efectivo o activos fácilmente convertibles en efectivo para pagar sus deudas.
Este riesgo puede surgir debido a desequilibrios entre los activos y pasivos líquidos, desajustes temporales en el flujo de caja o incluso situaciones de mercado adversas que afecten la capacidad de la empresa para liquidar activos.
¿Por qué es importante el riesgo de liquidez?
La gestión adecuada del riesgo de liquidez es esencial para la supervivencia y el éxito continuo de cualquier empresa. Algunas de las razones de su importancia son las siguientes:
- Reputación: una empresa que enfrenta problemas de liquidez puede dañar su reputación en el mercado, lo que puede resultar en la pérdida de clientes o proveedores.
- Costes financieros: las empresas con problemas de liquidez a menudo tienen que recurrir a préstamos de emergencia, que suelen tener tipos de interés más elevados.
- Operaciones comerciales: el riesgo de liquidez puede llegar a interrumpir las operaciones diarias, como el pago a proveedores o empleados.
- Insolvencia: en casos extremos, la incapacidad para gestionar el riesgo de liquidez puede llevar a la insolvencia o bancarrota.
¿Cómo se calcula el riesgo de liquidez?
La forma de calcular el riesgo de liquidez no es única y directa como algunas otras métricas financieras. En realidad, el riesgo de liquidez se evalúa a través de una serie de ratios y métricas que proporcionan una visión sobre la capacidad de una empresa para cumplir con sus obligaciones financieras a corto plazo. Algunas de las fórmulas más comunes utilizadas para evaluar la liquidez son el ratio de liquidez, el ratio de prueba ácida o el ratio de efectivo.
Ratio de liquidez
El ratio de liquidez compara los activos corrientes (como efectivo, cuentas por cobrar e inventario) con los pasivos corrientes (deudas y otras obligaciones a corto plazo). Un ratio superior a 1 indica que la empresa tiene más activos corrientes que pasivos corrientes y, por lo tanto, está en una posición relativamente buena para pagar sus deudas a corto plazo.
Matemáticamente, el ratio de liquidez se calcula de la siguiente forma:
Ratio de liquidez = Activos corrientes / Pasivos corrientes
Ratio de prueba ácida
El ratio de prueba ácida es similar al ratio de liquidez, pero excluye los inventarios del numerador. Es una medida más estricta de la liquidez, ya que considera que los inventarios pueden no ser tan fácilmente convertibles en efectivo.
Se calcula de la siguiente forma:
Ratio de prueba ácida = (Activos corrientes – Inventarios) / Pasivos corrientes
Ratio de efectivo
El ratio de efectivo se centra únicamente en el efectivo y los equivalentes de efectivo en relación con los pasivos corrientes. Es la medida más estricta de la liquidez de una empresa. Se calcula de la siguiente forma:
Ratio de efectivo = (Efectivo + Equivalentes de efectivo) / Pasivos corrientes
10 consejos para evitar el riesgo de liquidez
La gestión adecuada de la liquidez es esencial para garantizar que una empresa pueda cumplir con sus obligaciones financieras a corto plazo y continuar operando sin interrupciones. Algunos consejos clave para evitar el riesgo de liquidez son los siguientes:
- Mantener reservas de efectivo: en cualquier empresa, es fundamental tener un colchón de efectivo para enfrentar situaciones inesperadas. Estas reservas pueden ayudar a la empresa a superar períodos de flujo de efectivo negativo sin tener que recurrir a préstamos costosos.
- Gestionar cuentas por cobrar: asegúrate de que los clientes paguen a tiempo y, cuanto antes, mejor. Para ello, puedes implementar políticas de crédito estrictas, ofrecer descuentos por pago anticipado y realizar un seguimiento regular de las facturas pendientes.
- Negocia términos favorables con proveedores: trata de obtener plazos de pago más largos o descuentos por pago anticipado con tus proveedores. Esto puede ayudar a mejorar el flujo de efectivo y reducir la necesidad de financiamiento a corto plazo.
- Diversificar las fuentes de financiación: no dependas de una única fuente de financiación, y menos si es bancaria. Explora diferentes opciones, como líneas de crédito, préstamos a largo plazo o incluso inversores externos.
- Controlar de forma regular el flujo de efectivo: realiza proyecciones de flujo de efectivo y compáralas con los resultados reales. Esto te ayudará a identificar problemas potenciales antes de que se conviertan en crisis.
- Evitar inversiones ilíquidas: si bien es esencial invertir en el crecimiento del negocio, es crucial asegurarse de que una parte significativa de los activos de la empresa se mantenga en formas líquidas o fácilmente convertibles en efectivo.
- Establecer un fondo de emergencia: además de las reservas de efectivo, contempla la posibilidad de abrir un fondo de emergencia específico para enfrentar situaciones inesperadas, como una recesión económica o una crisis en la industria.
- Optimizar el inventario: evita mantener más inventario del estrictamente necesario. Puedes implementar técnicas específicas para optimizar el inventario en tu almacén, o hacer previsiones de demanda.
- Revisar regularmente las políticas de crédito: asegúrate de que las políticas de crédito de la empresa reflejen las condiciones actuales del mercado y el perfil de riesgo de tus clientes.
- Formar adecuadamente al equipo financiero: asegúrate de que el equipo financiero esté bien formado y actualizado sobre las mejores prácticas en gestión de liquidez y riesgos financieros.
Ejemplo de riesgo de liquidez
Imaginemos una empresa llamada “TechGadgets”. Aunque tiene ventas sólidas y un buen inventario, enfrenta retrasos en las cuentas por cobrar debido a una política de crédito que extiende el periodo de pago a más de un año. Al mismo tiempo, tiene deudas a corto plazo que vencerán en pocos meses.
En total, su ratio de liquidez es de 0,85, lo que indica que sus pasivos corrientes son superiores a sus activos corrientes.
A pesar de tener activos en libros, no puede convertirlos rápidamente en efectivo. Esto lleva a “TechGadgets” a enfrentar un riesgo de liquidez, ya que no puede cumplir con sus obligaciones financieras inmediatas. La empresa podría tener que vender activos de manera apresurada o pedir préstamos a tipos de interés más elevados para cubrir sus deudas.