Devolver un recibo es posible salvo en contadas ocasiones, aunque no siempre resulta igual de recomendable. Los motivos más comunes para la devolución de recibos son el no estar de acuerdo con su importe, el hecho de que alguno pueda ser erróneo o que directamente no nos correspondan, aunque el propio banco puede también devolver nuestros recibos si nuestra cuenta no dispone de los fondos necesarios para abonar su cuantía.
Eso sí, antes de devolver recibos conviene saber a ciencia cierta cuándo puede hacerse y de qué manera, que es justo lo que venimos a contarte hoy, ya que solo así te evitarás disgustos en forma de sanciones y otros sobrecostes.
En este artículo aprenderás:
- De qué manera puedes devolver un recibo del banco
- El tipo de recibos que puedes devolver
- De cuánto tiempo dispones para devolver un recibo
- Cómo tramitar la devolución de un recibo
- Posibles consecuencias de haber devuelto un recibo
¿Cómo y cuándo se puede devolver un recibo bancario?
A la hora de efectuar la devolución de un recibo es indispensable saber si existe la posibilidad de devolverlo o no, así como conocer las diferencias entre un cargo autorizado y otro que no lo está, así que veamos con algo más de profundidad qué hay que tener en cuenta en este sentido.
¿Qué recibos pueden devolverse?
Toda persona, ya sea trabajadora por cuenta propia o por cuenta ajena, puede decidir devolver cualquier tipo de recibo. Ahora bien, si hablamos de recibos bancarios que se corresponden a un préstamo de la entidad, o con comisiones de la misma, esta devolución deberá estar justificada por un error en el mismo.
Es decir, por norma general podemos devolver todos los recibos que lleguen a nuestra cuenta bancaria con el objetivo de hacernos un cobro, aunque para algunos será necesario contar con una justificación expresa o la devolución no será posible. Si esto último ocurre, la única vía posible será iniciar acciones judiciales o extrajudiciales.
Devolución sobre un cargo autorizado o no autorizado
Existen dos tipos de recibos: los domiciliados y los que no lo están. Dicho de otro modo, los que hemos autorizado a que lleguen de forma periódica y los que llegan de forma ocasional.
Los trámites a la hora de iniciar la devolución de un recibo son idénticos, y el resultado, la devolución o no del importe del recibo, también. Sin embargo, los plazos de tiempo de los que disponemos a la hora de devolver un recibo autorizado y uno no autorizado no son iguales, por lo que es necesario conocerlos para no perder nuestro derecho a solicitar dicha devolución. Hablamos de ello con detalle en el siguiente apartado.
Cuánto tiempo tengo para devolver un recibo
Lo normal es que queramos devolver un recibo con el que no estamos de acuerdo cuanto antes, pero, siendo sinceros, ¿cuántos autónomos pueden estar al día de sus cuentas en tiempo real? Por desgracia, en muchas ocasiones tardamos varias semanas, incluso meses, en detectar un recibo con el que no estamos de acuerdo y entonces es cuando nos asaltan las dudas: ¿estamos a tiempo de devolverlo o no?
Si eres de los que hasta ahora decidía no hacerlo puede que hoy te lleves una buena sorpresa, porque en función del tipo de recibo podrías tener incluso más de un año para iniciar la devolución de tus recibos bancarios.
¿Cuál suele ser el plazo de devolución de un recibo?
Tal y como decíamos unas líneas más arriba, aunque el trámite a la hora de devolver un recibo es idéntico y el resultado puede ser un sí o un no, la devolución de recibos domiciliados y no domiciliados se diferencia por el tiempo durante el que podemos reaccionar. Es decir, no tienes unas horas para devolver tus recibos, ni tampoco unos días, sino que hablamos de semanas, e incluso meses.
- Los recibos autorizados, los que hayas acordado domiciliar en tu cuenta bancaria, pueden ser devueltos durante los primeros 50 días desde su cobro.
- A la hora de devolver recibos no autorizados, dicho plazo se amplía hasta los 13 meses. Exacto, un año y un mes desde que se registró el cobro de dicho recibo.
Si la gestión resulta favorable, el banco debería reingresar el dinero del recibo devuelto en la cuenta del banco en un plazo máximo de 10 días laborables, en torno a 15 días si se tienen en cuenta los fines de semana.
¿Cómo se puede tramitar la devolución de un recibo?
El proceso de solicitar la devolución de un recibo no es siempre igual, ya que depende de la entidad bancaria con la que trabajemos y de los sistemas que esta ofrezca para este tipo de trámite. Lo bueno de esto es que, a día de hoy, existen distintas maneras de devolver un recibo y la mayoría de ellas ni siquiera conllevan tener que desplazarnos a la oficina física de la entidad:
- Se puede devolver un recibo a través de la app móvil del banco.
- También se puede tramitar una devolución por vía telefónica.
- Usando nuestras contraseñas de acceso podemos devolver un recibo desde la página web del banco.
- La opción más clásica a la hora de solicitar la devolución de un recibo es desplazarse hasta la sucursal bancaria y solicitárselo in situ a su personal.
Elijamos la opción que elijamos, todo seguirá el mismo proceso, por lo que dependerá únicamente de cuál de estas modalidades nos resulte más cómoda.
¿Qué pasa si devuelves un recibo?
El proceso de devolver un recibo bancario no constituye una mayor dificultad para quien lo solicita, pero dependiendo del tipo de recibo y, sobre todo, de la razón que tengamos para solicitar la devolución, las consecuencias pueden ser más o menos incómodas para nosotros.
Lo primero que ocurre si todo sale como pretendemos es que recuperamos el dinero que habíamos pagado por dicho recibo, lo que inmediatamente ocasiona un impago por nuestra parte.
- En caso de haber pactado la devolución con la empresa que había emitido el recibo, lo normal es que no ocurra nada más y la cosa se quede ahí.
- Sin embargo, solicitar la devolución del recibo de forma unilateral puede acarrear ciertos contratiempos que provocan problemas de diversa índole.
De hecho, tener claras las consecuencias que puede tener la devolución de un recibo es de primero de autónomo, ya que en muchas ocasiones pueden resultar bastante más graves que intentar solucionar el asunto por otras vías.
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Principales consecuencias
Como ya hemos comentado, la primera consecuencia de solicitar la devolución de un recibo es que se genera un recibo impagado de inmediato, lo que suele derivar en tres tipos de situaciones:
- Una demanda de impago por la empresa que ha visto cómo se le retiraba ese dinero.
- La inclusión en una lista de morosos como ASNEF.
- El corte de suministros.
En el primero de los casos nos tocará litigar, ya que deberemos justificar con todo lujo de detalle por qué solicitamos la devolución del recibo y probar que estábamos en posesión de la razón, ya que de otro modo tendremos que volver a pagar el recibo y, muy probablemente, abonar también algún tipo de sanción o costes.
En el segundo, el de las listas de morosos, la cosa puede ponerse aún más fea si cabe. El motivo es que entrar en listados como las de ASNEF o RAI es extremadamente sencillo, pero salir de ellas puede convertirse en un tortuoso camino lleno de complicaciones. Un buen ejemplo de ello es que los bancos no suelen conceder préstamos ni hipotecas a quienes están en una lista de morosos.
Por último, si hablamos de devolver recibos de servicios como la luz, la situación podría derivar en un corte de la misma. Por otro lado, si devolvemos la cuota de autónomo, tendremos que reintegrarla con un sobrecoste y además, si disfrutábamos de algún tipo de bonificación, como la tarifa plana para autónomos, la perderemos.
Como ves, devolver un recibo puede parecer la solución fácil y rápida cuando no se está de acuerdo con una cuantía o directamente no es posible afrontarla, pero no siempre resulta lo más recomendable. Habla con la empresa que lo ha cargado, exponle tus motivos y, en última instancia, consulta con tu banco para ver si es posible recurrir a otro tipo de opciones. A no ser que lo tengas clarísimo, claro, ¡en ese caso la decisión queda en tus manos!