Cuando una persona física o jurídica cuenta con varios activos dentro de su patrimonio y quiere agilizar su administración, puede crear lo que se conoce como sociedad patrimonial. Esta entidad no se dedica a llevar a cabo actividades económicas o de tipo comercial, es algo diferente.
En este artículo aprenderás:
- ¿Qué es una Sociedad Patrimonial?
- ¿Qué ley regula las Sociedades Patrimoniales?
- Requisitos de una Sociedad Patrimonial
- Ventajas de una Sociedad Patrimonial
- Tipos de Sociedades Patrimoniales
- ¿Cuándo interesa crear una Sociedad Patrimonial?
- ¿Cuánto cuesta crear una Sociedad Patrimonial?
- ¿Cómo crear una Sociedad Patrimonial?
- Ejemplo de una Sociedad Patrimonial
¿Qué es una sociedad patrimonial?
Desde 2015 el término correcto es entidad patrimonial, aunque en la práctica es habitual seguir hablando de sociedades patrimoniales.
Se trata de una entidad jurídica que, en lugar de realizar actividades económicas o comerciales de forma principal, se centra en la administración y gestión de un patrimonio compuesto por bienes inmuebles, valores, o ambos.
Se caracteriza porque:
- Su objetivo principal no es generar beneficios a través de la venta de bienes o servicios, sino administrar un patrimonio.
- Más de la mitad de su activo tiene que estar compuesto por valores o inmuebles no destinados a una actividad económica.
- Puede realizar actividades complementarias a la gestión del patrimonio, pero estas deben ser subsidiarias.
¿Qué ley regula las sociedades patrimoniales?
La regulación de este tipo de entidades está dispersa a lo largo del ordenamiento jurídico. No hay una ley que las regule de forma específica, pero sí se hace referencia a ellas en:
- Código de Comercio: define los principios generales aplicables a todas las sociedades mercantiles, lo que incluye a las patrimoniales.
- Ley del Impuesto sobre Sociedades: regula cómo debe ser su tributación.
- Ley del Impuesto sobre el Patrimonio: recoge las reglas de liquidación y gestión del impuesto sobre el patrimonio de las personas físicas y jurídicas, incluyendo las sociedades patrimoniales.
Requisitos de una sociedad patrimonial
Los requisitos esenciales para que una sociedad sea considerada patrimonial son:
- Más de la mitad del activo de la sociedad debe estar compuesto por valores o bienes inmuebles.
- Esos activos no pueden estar destinados a la actividad económica. No se pueden usar para generar ingresos mediante la venta de bienes o servicios. A estos efectos, el arrendamiento de bienes inmuebles no computa como actividad económica si la sociedad no tiene contratados empleados dedicados a su ordenación.
- El objeto social debe reflejar de forma expresa su carácter patrimonial.
Ventajas de una sociedad patrimonial
Entre los beneficios que disfrutan quienes cuentan con una sociedad patrimonial, hay que destacar:
- Mayor eficiencia legal: porque facilita la gestión de todos los bienes que integran un patrimonio de manera centralizada y unificada.
- Menor carga fiscal: en el caso concreto de los inmuebles, estos tributan por el Impuesto sobre Sociedades. Al ser propiedad de una sociedad, se ahorra en el IRPF. Además, los gastos de mantenimiento de esos inmuebles son deducibles.
- Agiliza la herencia: el traspaso de los activos tras la muerte del socio de la entidad es más sencilla, porque los bienes son de titularidad de la sociedad, no de la persona que está detrás de ella.
- Responsabilidad limitada: este tipo de entidades tienen su responsabilidad limitada, por lo que el propietario de la misma no responde de ellas con su patrimonio personal.
- Facilita el acceso a la financiación: para las entidades es más sencillo que para las personas físicas presentarse ante los bancos como entes solventes y acceder a financiación.
Tipos de sociedades patrimoniales
No existe una clasificación oficial y rígida, por lo que se suele diferenciar entre los tipos de sociedades patrimoniales en función de su objeto social principal.
Sociedad patrimonial de inversión en bienes raíces (SOCIMI)
Está destinada a la inversión en inmuebles que luego se destinan al alquiler para obtener por ellos rentas periódicas.
Se caracterizan porque cotizan en bolsa, tienen una fiscalidad específica y se les exigen unos requisitos muy concretos en cuanto a su transparencia.
Sociedades patrimoniales de tenencia de inmuebles
Su objetivo es poseer y gestionar inmuebles, pero sin desarrollar una actividad económica significativa con ellos. Estos se pueden arrendar, pero en ningún caso se lleva a cabo una actividad empresarial.
Sociedad patrimonial para uso y disfrute de inmuebles
También se la conoce como sociedad patrimonial familiar. Se recurre a ella para la gestión y planificación de inmuebles que se dedican únicamente al disfrute familiar. En muchos casos, para agilizar la transmisión de ese patrimonio a los herederos.
Sociedad patrimonial de tenencia de valores
Se encarga exclusivamente de la gestión de carteras de valores y otros activos, buscando maximizar su rentabilidad y sacarle partido a la inversión.
Dicho de una manera más sencilla, es una entidad que se dedica a invertir en bolsa el patrimonio mobiliario de la persona o entidad que está detrás de ella.
¿Cuándo interesa una sociedad patrimonial?
La sociedad patrimonial tiene ciertos beneficios, pero también implica asumir una serie de costes y obligaciones legales. Por eso, hay casos en los que es recomendable constituir una entidad de este tipo y otros en los que no sale tan rentable.
En líneas generales, puede ser interesante crear una sociedad patrimonial para:
Proteger y gestionar el patrimonio familiar
Ya sea para planificar la sucesión de una forma más eficiente y evitar los conflictos entre los herederos, o para aislar el patrimonio personal de su titular y protegerlo en caso de que se le exijan responsabilidades personales o empresariales.
Obtener ventajas fiscales
Cuando se tiene un patrimonio muy elevado, puede resultar más ventajoso tributar por el Impuesto sobre Sociedades que por el IRPF.
Además, la sociedad puede disfrutar de deducciones y bonificaciones fiscales que le ayudan a ahorrar todavía más en el pago de impuestos.
En cualquier caso, para tomar la decisión es importante tener en cuenta:
- La complejidad del patrimonio a gestionar.
- Los objetivos a largo plazo que se tienen para ese patrimonio.
- Contar con asesoramiento profesional.
¿Cuánto cuesta crear una sociedad patrimonial?
El coste final va a depender de factores como la forma social elegida, el capital social aportado y la complejidad de la operación. Influye hasta la comunidad autónoma en la que se constituye la entidad, porque la tasas y aranceles pueden variar.
Los gastos esenciales que hay que asumir son:
- Gastos notariales.
- Gastos registrales.
- Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados.
- Tasas por trámites administrativos.
- Honorarios profesionales de abogados, asesores fiscales, etc.
De media, el coste puede oscilar entre 1.500 y 5.000 euros.
¿Cómo crear una sociedad patrimonial?
No existe un procedimiento específico para la creación de estas sociedades. Se puede crear cualquier sociedad civil o mercantil y especificar que su objeto social será la gestión y administración de un patrimonio, así esa entidad pasa a tener la condición de patrimonial. Es decir, que la denominación sociedad patrimonial es un término básicamente tributario, más que mercantil.
Si se desea constituir una sociedad patrimonial a partir de una entidad mercantil como la Sociedad Limitada (que es algo bastante habitual), los pasos a dar para su constitución incluyen:
- Obtención del certificado negativo del nombre de la sociedad, emitido por el Registro Mercantil Central.
- Abrir una cuenta bancaria a nombre de la SL y depositar el capital social mínimo (ahora basta con 1 euro).
- Redactar los estatutos de la sociedad.
- Firmar ante notario la escritura pública de constitución.
- Solicitar en Hacienda el NIF provisional y el alta censal.
- Inscribir la SL en el Registro Mercantil para que adquiera personalidad jurídica propia.
- Obtener el NIF definitivo.
Ejemplo de una sociedad patrimonial
El matrimonio formado por Juan García y María López decide formar una sociedad patrimonial. Ellos serán los propietarios y sus hijos, Pedro y Ana, tendrán la condición de socios minoritarios.
La entidad va a gestionar:
- Un piso en Madrid que está alquilado una renta mensual de 1.500 euros.
- Una vivienda en la playa de Valencia que se alquila por temporadas.
- Un local comercial en Barcelona alquilado con un contrato de larga duración.
- Una cartera de acciones valorada en 500.000 euros.
- Una cuenta de ahorro con 200.000 euros.
El objetivo de poner en marcha la sociedad es proteger el patrimonio y reducir la carga fiscal que hay que asumir por su titularidad, así como evitar conflictos en el futuro cuando los bienes tengan que pasar a manos de los hijos al fallecer sus padres.
Su funcionamiento va a ser el siguiente:
- Los ingresos procedentes de alquileres y los dividendos de los valores van a ir a parar directamente a la sociedad.
- Los socios van a recibir dividendos de la sociedad en función de los acuerdos internos y de las necesidades familiares.
- La sociedad se encarga del pago de los gastos asociados a los inmuebles (IBI, mantenimiento, seguros, etc.) y gestiona la reinversión del capital.
De esta forma, los García López le van a sacar más partido a su patrimonio de una forma totalmente legal. En su caso, la sociedad patrimonial es la mejor solución.