El flujo de caja es una de las herramientas más importantes en el análisis financiero de una empresa. A través de esta métrica, se pueden identificar oportunidades para mejorar la gestión financiera y tomar decisiones informadas para el futuro.
¿Quieres saber qué es el flujo de caja y cómo utilizarlo en tu negocio? A continuación, te explicamos todos los detalles.
En este artículo aprenderás:
- ¿Qué es el flujo de caja de una empresa?
- ¿Para qué sirve el flujo de caja de una empresa?
- Tipos de flujo de caja
- ¿Cómo calcular el flujo de caja de una empresa?
- Ejemplo del flujo de caja de una empresa
📹 ¿Qué es el flujo de caja?
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¿Qué es el flujo de caja de una empresa?
El flujo de caja, o también denominado cash flow, es el movimiento de dinero en efectivo que entra y sale de la empresa. Esto incluye tanto los ingresos generados por las ventas, como los gastos de operación y las inversiones en activos fijos. El flujo de caja también puede ser utilizado para evaluar el desempeño de una empresa y su capacidad para generar efectivo para cubrir los gastos corrientes.
¿Para qué sirve el flujo de caja de una empresa?
El flujo de caja es una herramienta esencial para evaluar la salud financiera de una empresa. Proporciona información importante sobre la liquidez y solvencia de la empresa, lo que permite a los inversores y analistas financieros tomar decisiones informadas sobre si invertir o no en la empresa.
Además, el flujo de caja también se utiliza para evaluar la capacidad de la empresa para pagar sus deudas a corto plazo y para financiar inversiones en el futuro.
Tipos de flujo de caja
Existen varios tipos de flujo de caja, que se utilizan para evaluar diferentes aspectos del rendimiento financiero de la empresa: el flujo de caja operativo, el flujo de caja de inversión y el flujo de caja de financiación.
Flujo de caja operativo
El flujo de caja operativo es el efectivo que la empresa genera a través de sus operaciones comerciales normales, y es el indicador más comúnmente utilizado para el cálculo del flujo de caja, ya que representa el efectivo generado por la actividad principal de la empresa.
En este flujo de caja se incluyen los ingresos generados por las ventas, los costes de los bienes vendidos, los gastos de venta y los gastos administrativos, entre otros.
Flujo de caja de inversión
El flujo de caja de inversión mide los flujos de efectivo que surgen de las inversiones en activos fijos y otros activos no corrientes.
Estos pueden incluir la compra de propiedades, plantas y equipos, así como inversiones en otras empresas, entre muchos otros.
Flujo de caja de financiación
El flujo de caja de financiación mide los flujos de efectivo que surgen de las actividades de financiamiento, como la emisión de acciones y la obtención de préstamos. Este tipo de flujo de caja también incluye los pagos de dividendos a los accionistas.
Flujo de caja libre
El flujo de caja libre es el efectivo que queda después de que la empresa ha pagado todos sus gastos operativos y de inversión. Este tipo de flujo de caja se utiliza para evaluar la capacidad de la empresa para generar efectivo a largo plazo.
¿Cómo calcular el flujo de caja de una empresa?
Existen dos formas de calcular el flujo de caja de una empresa: a través del método directo y mediante el flujo de caja indirecto.
Fórmula del flujo de caja por el método directo
El método directo para el cálculo del flujo de caja se realiza restando los flujos de efectivo entrantes de los flujos de efectivo salientes. Matemáticamente:
Flujo de caja = flujos de efectivo entrantes – flujos de efectivo salientes
Entre los flujos de efectivo entrantes se incluyen los cobros de clientes y otros ingresos, mientras que los flujos de efectivo salientes incluyen los gastos de operación, la compra de activos fijos y los pagos de deudas, entre otros.
Fórmula del flujo de caja por el método indirecto
El flujo de caja también se puede calcular por el método indirecto, partiendo del beneficio neto de la empresa y sumando las amortizaciones y las provisiones:
Flujo de caja = Beneficio neto + Amortizaciones + Provisiones
El motivo por el que las amortizaciones y las provisiones se suman al beneficio neto para el cálculo del flujo de caja es porque no implican una salida de efectivo como tal, incluso aunque sí se considere un gasto.
Ejemplo del flujo de caja de una empresa
Supongamos que una empresa tiene los siguientes flujos de efectivo entrantes y salientes durante el año:
Flujos de efectivo entrantes:
- Ingresos por ventas al contado: 250.000€
- Cobros de clientes en pagos aplazados: 50.000€
- Otros ingresos: 10.000€
Flujos de efectivo salientes:
- Gastos de operación: 60.000€
- Salarios: 25.000€
- Alquileres: 30.000€
- Compra de activos fijos: 20.000€
- Pagos de deudas: 5.000€
En este caso, se calcula el flujo de caja por el método directo, de la siguiente forma:
Flujo de caja (método directo) = (250.000 + 50.000 + 10.000) – (60.000 + 25.000 + 30.000 + 20.000 + 5.000) = 170.000€
Es decir, el flujo de caja de la empresa en estas circunstancias ha sido de 170.000 €
Por otro lado, supongamos las siguientes cuantías en el balance de una empresa:
- Beneficio neto = 175.000€
- Amortizaciones = 30.000€
- Provisiones = 15.000€
Con estos datos, se puede calcular el flujo de caja a través del método indirecto, de la siguiente forma:
Flujo de caja (método indirecto) = 175.000 + 30.000 + 15.000 = 220.000€
Es decir, en este caso, el flujo de caja de la empresa asciende hasta los 220.000 €.