El apalancamiento financiero es un concepto clave dentro del mundo de las finanzas, tanto para inversores individuales como para las empresas. En los últimos años, su uso se ha extendido mucho, siendo una métrica fundamental para conocer la salud financiera y la capacidad de endeudamiento que tiene una organización en un momento determinado.
A continuación, explicaremos en qué consiste, para qué sirve, cómo se calcula y por qué es tan importante
En este artículo aprenderás:
- ¿Qué es el apalancamiento financiero?
- ¿Para qué sirve el apalancamiento financiero?
- ¿Cómo calcular el apalancamiento financiero?
- Fórmula del apalancamiento financiero
- ¿Cómo se interpreta el apalancamiento financiero?
- Ventajas e inconvenientes del apalancamiento financiero
- Efecto del apalancamiento financiero en las ganancias y en las pérdidas
- Ejemplo práctico de apalancamiento financiero
¿Qué es el apalancamiento financiero?
El apalancamiento financiero es un concepto que se refiere al uso de deuda (o fondos prestados) para financiar la compra de activos con el objetivo de aumentar los retornos potenciales de una inversión.
En esencia, permite a las empresas o inversores aumentar su capacidad de inversión sin necesidad de incrementar su capital propio. Sin embargo, mientras que el apalancamiento puede amplificar los rendimientos, también aumenta el riesgo, ya que cualquier pérdida también se magnifica.
¿Para qué sirve el apalancamiento financiero? Beneficios
El apalancamiento financiero es una herramienta estratégica en las finanzas que, cuando se utiliza correctamente, puede tener múltiples beneficios para una empresa o inversor individual. Aquí se detallan algunas de sus aplicaciones clave:
- Maximización de retornos: el uso principal del apalancamiento financiero es aumentar los retornos sobre el capital propio. Al financiar una parte de las inversiones con deuda, una empresa puede incrementar sus ganancias sin necesidad de aportar más capital propio.
- Acceso a inversiones de mayor envergadura: el apalancamiento permite a las empresas y a los inversores participar en inversiones que de otro modo estarían fuera de su alcance financiero. Esto puede ser especialmente útil para pequeñas empresas o inversores que buscan expandir su cartera, pero tienen recursos limitados.
- Optimización fiscal: el apalancamiento financiero puede ofrecer ventajas fiscales, ya que los intereses de la deuda suelen ser deducibles de impuestos. Esto reduce el costo neto de la deuda y puede mejorar la rentabilidad después de impuestos.
- Diversificación de la cartera: al disponer de más capital a través del apalancamiento, las empresas y los inversores pueden diversificar sus inversiones, reduciendo el riesgo global de su cartera.
- Mejora de la estructura de capital: el apalancamiento financiero puede ayudar a las empresas a optimizar su estructura de capital que maximice el valor para los accionistas.
¿Cómo calcular el apalancamiento financiero?
Para calcular el grado de apalancamiento financiero de una empresa se suele utilizar el ratio de apalancamiento financiero. Se trata de una medida financiera que analiza cuánto capital posee una empresa en forma de deuda y evalúa la capacidad que tiene para cumplir con sus obligaciones financieras.
Fórmula del apalancamiento financiero
Para obtener el dato del grado de apalancamiento financiero de una empresa, vamos a ver cómo se calcula el ratio de apalancamiento financiero:
Ratio de apalancamiento financiero = Pasivo total / Capital propio
¿Cómo se interpreta el apalancamiento financiero?
En general, un alto grado de apalancamiento indica un mayor riesgo financiero. Esto se debe a que la empresa o el inversor debe cumplir con los pagos de intereses y capital, independientemente de cómo le vaya a sus operaciones o inversiones. Además, puede señalar problemas de liquidez y solvencia a largo plazo y puede amplificar las pérdidas si las inversiones no rinden de acuerdo a lo esperado.
Por su parte, un grado de apalancamiento manejable sugiere que la empresa puede sostener y servir su deuda de manera efectiva. Además, si se gestiona de manera adecuada, puede aumentar el potencial de ganancias.
No obstante, los expertos suelen utilizar las siguientes referencias para interpretar este ratio:
- Inferior al 25% se considera un grado de apalancamiento bajo.
- Entre el 25 y el 50% es considerado como óptimo.
- Superior al 50% se considera un apalancamiento alto.
No obstante, este resultado depende de la industria donde opere la empresa y de su capacidad para generar flujos de caja.
Ventajas e inconvenientes del apalancamiento financiero
Como cualquier otro proceso, el apalancamiento financiero ofrece ventajas, pero también tiene inconvenientes que es importante reseñar. Entre las primeras se encuentran las siguientes:
- Gracias al apalancamiento, no es necesario disponer de grandes cantidades de recursos para financiar la actividad, especialmente el inmovilizado.
- Esto hace que se multiplique la rentabilidad sobre los recursos propios.
- Los riesgos se comparten entre el acreedor y el deudor.
- En situaciones de problemas de liquidez, son una alternativa rápida para la obtención de efectivo. Esto resulta, en ocasiones, en una mejora del working capital.
- Existen numerosas alternativas para la obtención de nuevos recursos. Más allá de la financiación bancaria, se puede acceder a nuevos mercados como los bonos o a la financiación a través de fintechs.
Sin embargo, también existen algunos inconvenientes que es importante resaltar:
- Tanto si la inversión es exitosa como si no lo es, hay que devolver el capital prestado y los intereses del préstamo.
- Es una operación de alto riesgo. En caso de que la inversión sea ruinosa, las pérdidas se multiplican y pueden abocar a la empresa a una situación complicada.
- A mayor apalancamiento, mayor riesgo.
Efecto del apalancamiento financiero en las ganancias y en las pérdidas
Una empresa pide prestado al banco un crédito por 90.000€ al 10% y, con ello, invierte en un proyecto cuyo valor es de 100.000€. Pasado un tiempo, el valor del proyecto ha generado unos ingresos de 150.000€. Con esos 150.000€, se van a pagar los 90.000€ del crédito solicitado, más 9.000€ en concepto de intereses del crédito.
Al final de la operación tenemos:
Resultado final: 150.000 – 90.000 – 9.000 = 51.000€
Es decir, si no lo contamos sobre los 10.000 € iniciales, tenemos unos beneficios de 41.000€. Esto es, una rentabilidad de un 410%. Si este proyecto se hubiese financiado íntegramente con fondos propios, habríamos obtenido una ganancia de 50.000€, con una rentabilidad del 50%.
Ahora, supongamos el escenario contrario, que el proyecto acaba acarreando pérdidas y tiene un valor de 50.000€.
Tendríamos una inversión inicial de 50.000€ con lo cual no podríamos ni siquiera hacer frente a los 90.000€ del crédito más los 9.000€ de intereses. Acabaríamos con una pérdida total de 59.000€, y aun así tendríamos que devolver otros 40.000€ adicionales.
En caso de no utilizar apalancamiento tan solo hubiésemos perdido 5.000€. El valor del proyecto hubiese bajado un 50% y nosotros hubiésemos perdido el 50% de nuestro capital inicial.
Ejemplo práctico de apalancamiento financiero
Supongamos que una empresa tiene 50.000€ en deuda y 100.000€ de fondos propios. El grado de apalancamiento financiero se calcularía de la siguiente manera:
Ratio de apalancamiento financiero = 50.000 / 100.000 = 0,5 (50%).
Esto significa que por cada euro de capital propio, la empresa ha utilizado 0,50 euros de deuda. Un ratio de apalancamiento del 50% indica un nivel de riesgo moderado a alto, dependiendo de la capacidad de la empresa para generar flujos de caja y pagar su deuda.